Un desprendimiento de rocas en la montaña que rodea la costa de Aguadú de Melilla ha roto más de veinte metros de la valla fronteriza que separa la ciudad española de Marruecos, según han informado a Europa Press fuentes policiales.

El incidente, que se produjo por causas naturales, no provocó daños personales porque el guardia civil que ocupaba la garita situada en la costa, lugar en el cayeron las rocas, estaba en esos momentos desocupada, ya que el agente que vigila esta zona de entrada de inmigrantes irregulares había ido a desayunar.

Los hechos se registraron este martes sobre las 09,00 horas desde los Pinares situados en lo alto de la costa de Aguadú, la parte del norte de Melilla más cercana al reino alauí y lugar por el que con cierta asiduidad intentan pasar 'sin papeles', a nado y sobre todo en pateras.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en la Ciudad Autónoma ha señalado que este accidente demuestra las difíciles condiciones en las que desempeñan su labor los agentes del Instituto Armado.

Así ha subrayado que si la zona está restringida al resto de ciudadanos por peligro desprendimiento, se preguntan por qué exigen que un guardia civil ocupe una garita que está situada precisamente en ese lugar.