Cuando uno piensa en el Mercado de Fuencarral, inmediatamente se le vienen a la cabeza palabras como "vanguardia", "tendencias", "modernos" o "alternativos". Vocablos que describen muy bien el sitio, pero que sorprenden si tenemos en cuenta su longevidad: 12 años como 12 soles. Una edad que, en una ciudad como Madrid, donde el tiempo corre a la velocidad del AVE, lo convierten, paradójicamente, en todo un clásico urbanita.

Su aniversario fue hace unas pocas semanas, una celebración muy especial porque hace dos años el fantasma del cierre se paseó por cada uno de los establecimientos del espacio. Sin embargo, el pasado jueves, en plena crisis, el inmueble exhibía un lleno absoluto, con montones de jóvenes en busca de la última prenda de ropa molona. "Nos encanta, y no nos importa el dinero que tengamos que gastar", comentan unos clientes. Además, se ha convertido en todo un símbolo de la recién peatonalizada calle Fuencarral. "Tendrías que ver cómo estaba antes de que llegáramos, lleno de yonquis y marginación", nos explica Raúl Márquez, dueño de Reggy Design, uno de los comercios señeros del mercado. Hoy en día, el lugar lo componen 39 tiendas, sobre todo de ropa, pero también de bisutería, peluquerías y hasta bares de copas. Cada una de ellas tiene su historia, pero todas exhiben sus artículos como si fueran los más preciados tesoros: "La gente paga por el diseño único y original. En ese sentido, sí, somos muy modernos, pero también muy exclusivos", afirma Raúl.

Para quien aún no conozca este templo de la modernidad, que sepa que se ubica en la calle que le da nombre, en el nº 45, y que abre de lunes a sábado.

Antonio González, 30 años. Uno de los dueños de la tienda Ugly: "Vendemos zapatillas retro que ya no se ven. Pero siempre hay clientes que piden algo diferente, como unas Adidas Star Wars".

Melinda Imbre. 30 años. Es la encargada de las tiendas Kling: "Antes trabajaba en un centro comercial, pero el Mercado me gusta bastante más. El trato con el cliente es más cercano".

Marta y Lourdes, 20 años. Estudian diseño. "Es difícil encontrar algo del Mercado que no nos guste". Mientras, se prueban unos mantones. Lourdes dice que el suyo se parece al de "Bella".