¿Puede Madrid esperar? Es la ciudad más contaminada del país, la que dobla los niveles de dióxido de nitrógeno permitidos por la UE y la que más víctimas tiene entre los 16.000 españoles que cada año matan los tubos de escape.Sin embargo, su Ayuntamiento ha pospuesto hasta 2008 la medida más importante para atajar la polución:

La estrategia local de calidad del aire, que pretende disminuir en un 13% la emisión de gases para cumplir los límites europeos para 2010, no incluye ninguna nueva medida de aplicación inmediata.

¿Qué pasará dentro de dos años?

A la zona de emisión baja (ZEB), que se irá extendiendo desde el centro hasta abarcar todo el interior de la M-30, no podrán acceder a partir de 2008 los coches matriculados antes de 1993 que no tengan filtro o catalizador de emisiones.

Se librarán de pagar hasta el 75% del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica y disfrutarán de tarifas reducidas en los aparcamientos municipales. Se estudia que puedan aparcar gratis en las zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).

Llegará hasta los polígonos industriales y harán un 30% más de carril-bus. El bono de transportes podrá tener como titular a una empresa y sus empleados y construirán aparcamientos disuasorios a la entrada de la capital, para dejar allí el coche y llegar al centro en Metro o bus.

Desincentivan el uso del coche ampliando las zonas de prioridad residencial y reduciendo las plazas para rotación en los parkings en favor de los residentes. Habrá subvenciones para quienes compren una motocicleta y den de baja un automóvil.

Taxis, sólo en sus paradas

Para restringir el paso a los vehículos contaminantes habrá que esperar dos años. Ese mismo tiempo estarán los taxis circulando en busca de clientes, hasta que los obliguen a esperar en una parada.

El presidente de su Federación Profesional, Julio Sanz, tacha de «aberración» esta medida, porque no hay dónde estacionar los 16.000 coches que trabajan en el municipio.

También se potenciarán aparcamientos disuasorios para dejar coches a las afueras antes de coger el transporte público. Pero muchos de ellos aún están en construcción.

De no autorizado a subvencionado

Los taxis que usen gas licuado de petróleo (GLP) serán bonificados fiscalmente. Pero este combustible poco contaminante dejó de utilizarse por culpa de la Administración.

«El Ayuntamiento es el responsable de que no haya taxis con GLP porque no los autorizaba; antes éramos el 90% y ahora sólo el 5%», aseguraron ayer fuentes de la Federación Profesional del Taxi.

Reducen las estaciones que miden la polución

El Ayuntamiento de la capital estudia diseñar una red específica para medir cada contaminante, seleccionando un número determinado de puntos de muestreo.

Como consecuencia de esta redistribución, sólo se emplearán 14 estaciones de las 27 disponibles hasta ahora.

Los expertos consultados por 20 minutos aplaudieron esta nueva medida, ya que «las estaciones medidoras se han ido colocando donde había disponibilidad, no en los sitios más adecuados. Con una distribución adecuada, una sola estación es representativa de una gran área de influencia», aseguraron.

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