Durante 2005, los agentes municipales multaron a 1.275 fitipaldis en la ciudad de Alicante por circular a mayor velocidad de lo que permite la ley. La consecuencia inmediata para los infractores es la retirada del carné de conducir de uno a tres meses y el pago de una multa de hasta 520 euros.

Si, además, superan la tasa de alcohol permitida, pueden ser juzgados por un delito penal de conducción temeraria.

Por la noche

Las infracciones más graves suelen cometerse de noche, en las grandes avenidas y

vías de circunvalación, en especial: avenida Caja de Ahorros, carretera de Elche, avenida de Alcoi o Alfonso el Sabio, entre otras. Circular a velocidad excesiva tiene consecuencias fatales en caso de accidente en el casco urbano.

«Un atropello a más de 50 kilómetros por hora suele ser mortal», ha resaltado a 20 minutos Aldávez, para concienciar de los riesgos de estas imprudencias. Además, «la velocidad es el factor que más accidentes provoca en el casco urbano».

Durante el fin de semana pasado, por ejemplo, la Policía Local de Alicante inmovilizó un automóvil que circulaba a más de 160 kilómetros en una vía en la que la velocidad máxima es de 60.

Usan el radar para los más rápidos

La Policía Local de Alicante  ha dicho que, «en los controles de exceso de velocidad, el objetivo principal es prevenir accidentes y muertes absurdas» y no reprender o recaudar.

«Damos un alto grado de permisibilidad y ponemos el límite del radar por encima de la prohibición que indica la vía», es decir, que dejan pasar excesos moderados de velocidad, según fuentes de la Policía. Los controles se colocan en 34 «puntos críticos» y secretos de la ciudad.