Renault advierte de la "gravedad" de romper las negociaciones con los sindicatos

Renault advirtió hoy de la "gravedad" y las "consecuencias" de la situación que se generó ayer tras la ruptura de las negociaciones con los sindicatos para que la factoría de Carrocería-Montaje de Valladolid parara con el fin de adaptarse a la producción del Clio y desaconsejó "despreciar" la oportunidad.

En un comunicado de la empresa se advertía de que ante "el momento actual de la industria automovilística y de Renault en concreto" no aconsejan "despreciar una oportunidad como la que se ha ofrecido, que tendrá consecuencias negativas para el futuro de la factoría de Carrocería Montaje de Valladolid".

Despreciar esta oportunidad tendrá consecuencias negativas para el futuro de la factoría
La empresa explicó que la compensación de cuatro días de parada por sábados a trabajar, en el segundo periodo del año, ha sido la principal diferencia con los sindicatos y, para acercar posturas, la Dirección ha ofertado que estos días fuesen abonados con el 25 por ciento del plus actual.

En esta última reunión, que finalizó sin acuerdo, se han debatido las últimas propuestas presentadas por la Dirección de la Empresa para conseguir las condiciones necesarias que permitan fabricar Renault Clio a partir del mes de septiembre y que consistían en incrementar la actual bolsa de horas de menos 20 días en otros 20 más, que permitirían disponer de una bolsa de menos 40 días; desplazar dos días de las vacaciones de verano, respetando los 18 días consecutivos mínimos reflejados en el actual Convenio Colectivo; y disfrutar anticipadamente de cuatro días correspondientes a las vacaciones de Navidad; compensar cuatro días de parada en el primer periodo del año, por sábados a trabajar durante el segundo periodo.

Este último punto, compensar cuatro días de parada por sábados, ha sido el más conflictivo de la negociación.

Figueruelas fabricará la segunda generación del Opel Meriva

La dirección de General Motors Europe ha optado finalmente por la planta zaragozana de Figueruelas para la fabricación de la segunda generación del Opel Meriva, un modelo que comenzará a fabricarse a partir de 2009.

La factoría zaragozana competía en este proceso de selección con la planta polaca de Gliwice.

El presidente de General Motors Europe, Carl Peter Forster, que se encuentra en Zaragoza, se lo ha comunicado ya a los sindicatos de la planta de Figueruelas, una noticia que ha sido acogida con gran satisfacción ya que supone afianzar el futuro de la factoría zaragozana.

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