Después de mantener ayer reuniones con responsables políticos de la comunidad, todo parece indicar que el alto ejecutivo de la compañía automovilística otorgará el montaje del nuevo vehículo a Aragón, según indicaron a 20 minutos fuentes próximas a la empresa.

El anuncio final llegará, así, seis meses después de que la multinacional abriera una competición entre la fábrica de Figueruelas y la de Polonia. La decisión de mantener la producción de la segunda generación del Meriva en la planta aragonesa pondrá fin a las especulaciones sobre los recortes laborales que conllevaría perder el vehículo. Los sindicatos valoraban estas pérdidas en 3.000 empleos.

Y comienza a fabricar el Corsa

La planta de Figueruelas comenzará en breve a fabricar también el nuevo modelo del Opel Corsa. Los primeros prototipos podrían empezar a montarse en pocos meses y la producción se generalizará después del verano. Por otro lado, la multinacional General Motors (de la que depende Opel), anunció ayer que destinará 420 millones de euros a modernizar cinco plantas en Michigan, cuna de la industria automovilística de Estados Unidos, después de un fuerte recorte de plantilla.