El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, considera que el manifiesto firmando por la mayoría de controladores en el que se comprometen a garantizar el tráfico aéreo es "positivo", pero también cree que "el movimiento se demuestra andando", por lo que ha hecho un llamamiento a la "prudencia", ya que ha recordado que el colectivo ya presentó un documento similar el pasado mes de agosto.

En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, Caamaño ha advertido de que "el sentido de la responsabilidad y de la prudencia" debe llevar a "valorar en su justo contexto" el manifiesto, ya que "los hechos son los hechos".

Para el ministro, "no es casualidad" que los controladores hayan firmado el manifiesto un día antes de que el Congreso de los Diputados tenga que decidir si se amplía otros 15 días el estado de alarma que declaró el Gobierno el 4 de diciembre tras el caos aéreo provocado por la ausencia de los controladores de sus puestos de trabajo.

A la pregunta de si la prórroga del estado de alarma sería un fracaso en la resolución del problema, Caamaño ha afirmado que lo sería "seguir manteniendo a un colectivo privilegiado como era el de los controladores", por lo que ha justificado el estado de alarma subrayando que "la obligación de un gobernante y su responsabilidad es utilizar todos los instrumentos legales y constitucionales a su alcance para solventar una situación tan grave como era la que se vivía".

El estado de alarma genera alarma

"Es cierto que el estado de alarma alarma en el nombre, incluso hay algunos colegas de Derecho que dicen que lo correcto sería el de excepción. Es la forma más atenuada dentro de la Constitución y de la ley que un gobierno tenía a su alcance en ese momento para poder afrontar con rigor este problema", ha añadido.

Durante este tiempo, ha señalado el ministro, el Gobierno tiene que "seguir trabajando en la relación con los controladores" así como "reactivar todas las programaciones aéreas", algo que, según ha explicado, tarda "un mes o dos" en volver a la normalidad.

"Todo este tiempo, tanto desde el punto de vista técnico como desde el punto de vista de recuperar la confianza rota, es un tiempo razonable para conseguir que se produzca la plena resolución y por tanto se ponga fin a los efectos causados", ha agregado.

Por este motivo, Caamaño ha hecho hincapié en que la prórroga del estado de alarma "no es preventiva", sino que tiene que ver con los "efectos" provocados por el cierre del espacio aéreo y la "necesidad" de que el Ejército se hiciese cargo.

De este modo, ha subrayado que el Gobierno no ha tenido "ningún tipo de reparo" a la hora de proponer al Congreso la prórroga del estado de alarma, ya que "no sólo está prevista en la ley, sino que se dan las circunstancias para que se produzca".

"No es una prórroga por si acaso, sino que está vinculada directamente a los efectos todavía no subsanados de una decisión única e insólita que es desaparecer de uno de los lugares de mayor responsabilidad desde el punto de vista del funcionamiento de un servicio público esencial sin preaviso", ha insistido.

Según el ministro de Justicia, el daño causado por la ausencia de controladores los pasados 3 y 4 de diciembre ha sido "enorme", pero ha remarcado que son los jueces los que tendrán que determinar las responsabilidades que recaerán sobre un colectivo "privilegiado" que, en su opinión, ha estado "chantajeando al Estado"