Es el reality show por excelencia, el formato de la década, pero comienza a dar muestras de agotamiento. En las últimas tres ediciones, ya con la TDT operativa y en plena desfragmentación de audiencias, Gran Hermano nunca bajó del 24% de media de cuota de pantalla y los 3.500.000 espectadores. En esta edición, la duodécima, la media no supera el 18,7 % y los 2.618.000 espectadores. ¿Qué le pasa a 'Gran Hermano'?

Desde 2007, el formato ha perdido casi diez puntos de audiencia y lo que es peor, cerca de un millón de espectadores. Bien es cierto que los últimos años han sido tormentosos para todos los canales y sus formatos, por la enorme desfragmentación de las audiencias, propiciada por la llegada de la TDT y el aumento de cadenas y la competencia de medios como Internet, aunque parece que el formato que revolucionó la televisión ha notado más el empuje de los nuevos tiempos.

La primera de las posibles causas de este descenso del interés por Gran Hermano podría ser el desgaste del formato. No en vano GH lleva diez años en antena y se han emitido doce emisiones, más la especial de El reencuentro. Guste o no, el reality de Telecinco y Zeppelin lleva en España más ediciones que en ningún otro país del mundo y ha emocionado a millones de españoles.

Parte de la pérdida de fuerza del formato podría provenir del casting, o lo que es lo mismo, de la selección de concursantes. Éste es un aspecto fundamental, porque gran parte de la capacidad adictiva de Gran Hermano estriba en la identificación del público con los concursantes. El grupo de "grandes hermanos" elegido este año ha sido criticado en los foros que siguen el formato por la poca naturalidad de muchos de los elegidos.

Tras un cásting al que se presentaron cerca de 60.000 personas, los espectadores vieron en sus pantallas a concursantes que tenían lazos cercanos con la televisión, modelos e incluso ex de famosas. Pero no son sólo los concursantes de este año. Elisabeth López, autora del libro Gran Hermano, ¿y ahora qué? (Ed. Protocolo) y directora de Programas de Telecinco cuando el formato nació, explica que su obra que entre las debilidades de las ediciones sucesivas del reality está la "pérdida de credibilidad de las situaciones y la conducta de los concursantes", que se han "profesionalizado" con el paso de las ediciones.

Sin embargo, López asegura a 20minutos.es que el formato sigue con plena validez aún a pesar de la pérdida de audiencia y el "inevitable desgaste", gracias a la capacidad del formato de "reinventarse" lo que le hace que le quede "mucho cohete" y recuerda que Gran Hermano ha sido la inspiración de muchos otros formatos. El formato reality, dice, "sigue siendo la tendencia del entretenimiento en la televisión".

Julio y Flor, dos de los concursantes de Gran Hermano 12 fueron expulsados por la propia organización por las conversaciones que tenían dentro de la casa de Guadalix, donde se graba el formato, en las que asociaban su conducta dentro del concurso a la cantidad de dinero que podrían ganar después siendo invitados a contar su historia a otros programas.

Este año, además, Gran Hermano se ha enfrentado a un fenómeno sin precedentes y a un viejo rival. Jueves tras jueves, el día de emisión de GH 12, el concurso se ha enfrentado con la serie de La 1 Águila Roja, que sin publicidad ha conseguido en su tercera temporada superar tódos sus récords, llegando a registrar un 32,5% de cuota de pantalla y 6.434.000 espectadores. Acabada la serie del héroe enmascarado comenzó Cuéntame cómo pasó, otra veterana, que ha logrado en su duodécima temporada una audiencia media del 24,2% y cerca de cinco millones de espectadores.

Otra de las flaquezas que se le pueden atribuir a la presente temporada de Gran Hermano es la pérdida de un canal en el que visionar las actividades de los concursantes las 24 horas del día. Canal+ no emite este año, como en anteriores, la imagen contínua de la casa, que este año sólo se puede ver a través de Internet y previo pago, o a unas pocas horas determinadas en La 7. La propia Mercedes Milá, presentadora de 12 ediciones de Gran Hermano, aseguraba en la presentación de esta temporada de que la ausencia de un canal 24 horas podía hacer que se resintiera la audiencia.

A este hecho hay que unirle que los resúmenes diarios del programa, en el que se sintetizan las actividades de los habitantes de la casa en las últimas horas, se emiten en La 7 y en horario de prime time, compitiendo con programas y cadenas significativamente más fuertes. La ausencia del canal 24 horas y la fuerte competencia que sufren los resúmenes, podría haber reducido el número de espectadores que se enganchan al reality, al resentirse la capacidad de éstos de seguir los devenires de los concursantes.

Si en televisión el programa ha registrado un descenso en su atractivo, en Internet lo ha multiplicado. Decenas de webs, blogs y foros se dedican en exclusiva a seguir Gran Hermano. Sin embargo, ésto no ha sido sólo positivo para el formato, ya que a menudo, esos foros han sido fuentes de crítica y polémica. Acusaciones de falta de neutralidad de la organización para con algunos concursantes, cambios en las reglas que no tienen explicación por parte del programa, promesas incumplidas... han hecho que muchos espectadores tradicionales se hayan despegado del formato.

Gran Hermano 12 sigue siendo una de las opciones preferidas los jueves, aún a pesar del descenso en su audiencia, por lo que cabe preguntarse si el descenso de interés de esta temporada es sólo un bache, la continuación de una tendencia a la baja o el principio del fin. La respuesta, en la voluntad de la audiencia.