El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a un agente de la Policía Local y ha imputado a otros dos por su presunta relación con el lanzamiento de un artefacto pirotécnico que el pasado 19 de noviembre, y con motivo de las protestas coincidentes con la celebración de un Pleno ordinario en el Ayuntamiento de Sevilla, causó afecciones a un trabajador adscrito al Centro de Información y Prensa del Consistorio hispalense.

En este sentido, un portavoz de la Policía Nacional ha informado a Europa Press de que fue en la tarde de este martes cuando uno de los agentes prestó declaración ante la Policía en calidad de detenido, mientras que los otros dos agentes lo hicieron en calidad de imputados, tras todo lo cual fueron puestos directamente en libertad con cargos, han apuntado las fuentes, que han querido precisar que, por este motivo, ninguno de ellos llegó a pasar a disposición judicial.

Al hilo de ello, las mismas fuentes han precisado que, inicialmente, la Policía Nacional imputa un presunto delito de lesiones a los tres agentes de la Policía Local supuestamente implicados en los hechos. Dentro de la investigación policial para intentar esclarecer los hechos, el presidente de la sección del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en el Ayuntamiento de Sevilla, Manuel Bustelo, ya declaró en calidad de testigo ante la Policía Nacional.

En su declaración, y según las fuentes consultadas por Europa Press, Bustelo señaló que, frente a la versión mantenida por el Ayuntamiento, "desde el primer minuto" un agente de la Policía Local licenciado en Medicina atendió al fotógrafo Francisco Macías, que tuvo que ser trasladado a un centro médico por las consecuencias de la deflagración; otra persona, periodista adscrita a la Delegación de Participación Ciudadana, resultó afectada en menor grado.

Asimismo, el máximo responsable del sindicato en la corporación local dijo que, aunque se encontraba de espaldas en el momento de la explosión, no cree que el petardo fuera lanzado por un agente de la Policía Local, aludiendo a la presencia de más manifestaciones en ese momento —ese día coincidieron en sus movilizaciones vecinos, taxistas, policías y sindicalistas municipales— y a que el Sppme suele usar otro tipo de elementos para hacer ruido.

Tras ese día, se produjeron una serie de pronunciamientos municipales que encabezó el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), que durante el discurso del Día de la Policía Local aseveró que "no tolerarán" que "una minoría radical ponga en jaque a la ciudad usando medios ilegales", censurando además que "el gamberrismo de unos cuantos" deteriore la imagen pública del cuerpo policial.

Ello fue seguido de otras manifestaciones, como la del concejal de Movilidad y portavoz adjunto del Grupo Socialista, Francisco Fernández, que señaló que "no todo vale" a la hora de defender posiciones, alcanzar acuerdos o "generar un nivel de presión para alcanzar objetivos que pueden no ser tan legítimos", o la de la portavoz del gobierno municipal, Nieves Hernández (PSOE), que indicó que el Ayuntamiento actuará "con toda contundencia" en el caso de que sea demostrada la participación de alguien vinculado a la Policía Local en los citados hechos.