El Parlamento italiano decide este martes el futuro del Gobierno del primer ministro conservador Silvio Berlusconi, que afronta, primero una moción de confianza a su Ejecutivo en el Senado y después una moción de censura en la Cámara de los Diputados.

Mientras en el Senado las cuentas parecen claras a favor de "Il Cavaliere", puesto que conserva la mayoría gracias a su alianza con la federalista Liga Norte, es en la Cámara de los Diputados donde se barajan márgenes más ajustados.

Y es que Berlusconi perdió en este hemiciclo la mayoría tras la escisión del grupo parlamentario Futuro y Libertad (FLI), formado por los seguidores del presidente de la Cámara de los Diputados y ex aliado de Berlusconi, Gianfranco Fini, después de que éste fuera expulsado del gubernamental Pueblo de la Libertad (PDL) este verano.

Los medios de comunicación italianos y los analistas políticos barajan en la cámara baja ventajas o fracasos para el Ejecutivo por la diferencia de un solo voto.

Así, el diario Corriere della Sera señala que el futuro del Ejecutivo en la Cámara dependerá de siete diputados clave que, o bien todavía no han definido de forma clara la posición que adoptarán en la votación, o que se espera que por motivos médicos se ausenten hoy en la votación.

El rotativo señala la incertidumbre por tres diputadas embarazadas, dos pertenecientes a FLI y una al progresista Partido Demócrata (PD) en la oposición, cuya presencia no está asegurada, aunque sus estadísticas arrojan un resultado favorable para Berlusconi por 313 votos a 312.

El periódico La Repubblica, por su parte, resalta los dos diputados "inciertos" Domenico Scilipoti, ex miembro del opositor Italia de los Valores (IDV), y Maria Grazia Siliquini, de FLI, mientras difunde unas cuentas contrarias al primer ministro en la Cámara de los Diputados por 313 votos contra el Ejecutivo y 312 a favor.

Las últimas horas previas al voto han estado marcadas por la incertidumbre y el llamamiento de Berlusconi a sus ex aliados de FLI para que no traicionen el voto de los electores, que en las elecciones de abril de 2008 dieron la mayoría absoluta al centro-derecha.

Berlusconi ofreció este lunes en sus intervenciones en el Parlamento un nuevo pacto de legislatura a "todos los moderados y centristas" para permitir al Ejecutivo terminar la legislatura en 2013, en una jornada que estuvo marcada además por los movimientos en las filas de los seguidores de FLI.

Por la tarde, entre una y otra comparecencia del mandatario, FLI ofreció a Berlusconi la posibilidad de dimitir tras obtener mañana la confianza en el Senado (donde se celebrará la primera votación) y así evitar las mociones de censura. A cambio, los "finianos" se abstendrían en la cámara alta.

Con este acuerdo, los parlamentarios de Fini buscaban además cerrar la pequeña crisis abierta en su seno, donde algunos diputados como Silvano Moffa habían manifestado su oposición a la censura al Gobierno de Berlusconi y hacían peligrar el voto en bloque de FLI para hacer caer al Ejecutivo.

La oferta, sin embargo, fue rechazada por Berlusconi, que alegó que no se somete al "diktat" por parte del presidente de la Cámara.