Un hombre ha aceptado este lunes en la sección primera de la Audiencia provincial de Valencia cumplir una pena de cinco años de prisión por contratar en junio de 2008 a un sicario para matar a su exmujer en la peluquería que ésta regentaba junto a una socia en la calle Lorenzo Salom, número 18, de Valencia.

El fiscal pedía inicialmente para el acusado 10 años de cárcel por un delito intentado de asesinato, aunque finalmente la pena se ha rebajado a la mitad ante el riesgo de nulidad por irregularidades en las escuchas telefónicas grabadas entre el exmarido y tres procesados más, que cumplirán la misma condena —uno de ellos por un delito de asesinato y los otros dos por un delito de coacciones—. También tendrán que indemnizar a la mujer con 6.000 euros. Además, el exmarido de la víctima tendrá prohibido acercarse a ella durante 12 años.

Sobre la rebaja, el abogado de la mujer, Guillermo Aragó, ha explicado a los periodistas que dada la posibilidad de que los acusados pudieran quedar libres por las irregularidades en las escuchas —parece que algunas podían estar manipuladas—, el objetivo era conseguir una condena y que la mujer "salvaguardara a su hijo". Así, con ello, tendrá la posibilidad de iniciar otro procedimiento para retirar la patria potestad a su exmarido.

Con esta pena, Aragó ha señalado que su clienta tiene una sensación "agridulce", también porque querría haber explicado durante la vista todo lo que pasó cuando estaba de rodillas y con una pistola en la cabeza, y posteriormente al enterarse de que el padre de su hijo había contratado a un sicario para acabar con ella.

Los cuatro acusados —el exmarido, el autor material y dos cooperadores necesarios— han reconocido los hechos durante la vista, y al ser preguntados por si querían manifestar algo más tras dar su conformidad a la pena, han respondido que no.

El principal acusado ha reconocido que encargó acabar con la vida de su exmujer, con la que tenía graves desavenencias, a cambio de una cantidad de dinero no determinado. Para ello, se puso en contacto con otro de los acusados, que medió con un procesado más para confiar el encargo al autor material, Saul.

El incidente tuvo lugar sobre las 9.30 horas del 24 de junio de 2008, cuando Saul se presentó en la peluquería que regentaban la exmujer y una social con una pistola y les obligó a que se introdujeran en el interior.

Una vez dentro, le dijo a la socia que se arrodillara y se desnudara y luego se dirigió a la exmujer a la que, tras ordenarle también que se arrodillara, con la intención de acabar con su vida, le colocó la pistola junto a la cabeza y disparó. No obstante, el arma se atascó y no salió la bala. En ese momento, ella aprovechó para empujarle y él se dio a la fuga. Un cliente trató de alcanzarlo en el exterior pero no lo consiguió.