Las Salesas Reales de Rucandial clausuran este lunes el Año Jubilar por su cuarto centenario

Las Hermanas Salesas de la Visitación de Santander clausurarán este lunes el Año Jubilar que han celebrado con motivo del cuarto centenario de su fundación. Por este motivo, el obispo de Santander presidirá ese día, a las cinco y media de la tarde, una Eucaristía en el monasterio que esta orden de contemplación posee en el barrio de Rucandial de San Román de la Llanilla.

Las Hermanas Salesas de la Visitación de Santander clausurarán este lunes el Año Jubilar que han celebrado con motivo del cuarto centenario de su fundación. Por este motivo, el obispo de Santander presidirá ese día, a las cinco y media de la tarde, una Eucaristía en el monasterio que esta orden de contemplación posee en el barrio de Rucandial de San Román de la Llanilla.

Las Salesas Reales fueron fundadas en 1610 por el también Patrono de los Periodistas, San Francisco de Sales; y por Santa Juana Francisca Fremiot de Chantal, y a la Diócesis de Santander llegaron en el año 1895.

Sor Berta Fernández, superiora del monasterio de Rucandial, explicó que las monjas de clausura de esta orden son conocidas, fuera de España, como Orden de La Visitación ("Hermanas Visitandinas"), por lo cual el Año Jubilar que han venido celebrando desde el pasado 24 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, se ha denominado, "Año Visitandino".

En los últimos tres años, las salesas han venido preparando "este Jubileo de gracia", para lo cual han profundizado en los escritos de su fundador y se han estudiado temas "como el amor de Dios o repasado las cartas y obras" de Santa Juana Francisca, cofundadora de la orden.

Asimismo, cada monasterio ha leído sus respectivos anales de fundación, "lo cual nos ha estimulado mucho, al conocer las dificultades, trabajos y esfuerzos que tuvieron que afrontar nuestras hermanas que nos precedieron", apostilló Sor Berta Fernández.

La madre superiora resaltó que "hoy día se acercan hasta nosotras personas con muchas angustias, y más en estos tiempos" de recesión. No sólo "les escuchamos y atendemos, también prestamos, en lo posible, ayuda material mediante la entrega de alimentos, porque San Francisco de Sales nos señaló la obligación de compartir los bienes con otros monasterios necesitados y con las personas y familias con penurias".

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