Otras medidas: La acción de este responsable clínico en pacientes con anorexia o bulimia se complementa con la continuidad asistencial, es decir, la unión de los distintos niveles (atención primaria, salud mental, endocrinología y medicina interna) para que los profesionales consensúen criterios de ingreso y derivación de los pacientes hacia las diferentes áreas de tratamiento.

Los clásicos: anorexia y bulimia: En estos trastornos, el enfermo suele tener preferencia por los alimentos bajos en calorías, presenta un estado de ánimo triste con grandes cambios de humor y tiende a aislarse. A veces, corta los alimentos en trozos pequeños.

El 10% de pacientes son hombres

El número de pacientes atendidos en el año 2004 con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) por equipos de salud mental de distrito y por las unidades de salud mental infanto-juvenil ascendió a 2.029. Aproximadamente la mitad presentaban anorexia o bulimia. El otro 50% de los casos de TCA son de pacientes que presentan vómitos, hiperfagia (deseo incontrolable de comer a cualquier hora) u otros trastornos diversos, pero que no pueden clasificarse como anorexia o bulimia. Del total de enfermos atendidos, aproximadamente un 10% son hombres y el 90% restante, mujeres.

Trastornos de la conducta alimentaria

Anorexia: Es una enfermedad que consiste en una pérdida voluntaria de peso, asociada a un intenso temor a la obesidad. El paciente rechaza mantener su peso corporal por encima del mínimo adecuado para su estatura. Además, tiene la sensación de estar gordo y una percepción de su cuerpo que no concuerda con la realidad. Su tratamiento se basa en corrección de la malnutrición y resolución de las disfunciones psíquicas.

Bulimia: Produce desarreglos a la hora de ingerir alimentos y suele presentar periodos en los que el paciente come compulsivamente y otros en los que abusa de dietas. Está asociada a la aparición de vómitos y la ingesta de diversos medicamentos (laxantes y diuréticos). En muchos casos se observa deshidratación y alteraciones menstruales. Para tratarla, se recurre a psicoterapia y a orientación nutricional.