Bono, que asiste en Sicilia a una reunión de ministros de la OTAN, había explicado que las tropas españolas no habían recibido ninguna petición de intervención de las autoridades locales para detener dichos enfrentamientos entre suníes y chiíes.

Fuentes policiales afganas sólo habían confirmado la muerte de al menos dos personas en esos disturbios, donde unas 40 personas resultaron heridas.

La violencia comenzó en un campo de refugiados en Herat y luego se extendió a otras zonas de la ciudad, donde, según fuentes médicas citadas por la cadena británica BBC, la Policía abrió fuego para acabar con los enfrentamientos.

Bono, en una breve conversación con los periodistas que le acompañan, negó que militares españoles hubieran participado "para nada" en los incidentes, y explicó que "no habían sido requeridos" por las autoridades locales.

El pasado martes, un grupo de militares españoles desplegados en Afganistán, acudió a proteger un edificio de la autoridad regional de Herat ante una de las concentraciones de protesta por la publicación en la prensa de caricaturas con la imagen del profeta Mahoma.

España tiene desplegados actualmente en Afganistán unos 500 militares, que se reparten entre la base logística avanzada de Herat y la Base "General Urrutia" de Qala-i-naw, sede del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghis.