Hasta ahora, los madrileños que querían ir a la playa de Valencia tenían que esperar la llegada de un puente largo para que el viaje les compensara. El trayecto en tren, coche o autobús suponía una paliza cercana a las cuatro horas. A los que iban a la capital del Levante por cuestiones de negocios tampoco les convenía coger el vehículo o el ferrocarril. Sólo les quedaba la opción de pasar los incómodos controles del avión o de hacer noche en su destino. Pero el 19 de diciembre cambiarán los hábitos de viaje entre Madrid y Valencia: ese día se pondrá en funcionamiento el AVE del Corredor del Mediterráneo, que permitirá ir y volver en el mismo día.

Para hacer el trayecto entre la capital y la costa valenciana se invertirá un tiempo récord de una hora y 35 minutos. De hecho, se tarda más en ir desde el centro de Madrid a los pueblos de la sierra en coche, o en recorrer la línea 10 del metro desde San Sebastián de los Reyes a Alcorcón.

20minutos.es hizo este jueves la prueba en uno de los viajes de simulación comercial que está efectuando Renfe durante los días previos a la inauguración de la línea. El tren partió a las 11.05 h de la estación de Atocha y a los 15 minutos ya había alcanzado una velocidad de crucero de 300 km/h (su máxima es de 330 km/h, pero nunca llega a alcanzarla).

Con esa rapidez, el paisaje y los pueblos de la Mancha y Valencia pasaban a ráfagas: Aranjuez, Cuenca, la Serranía, el embalse de Contreras, Requena,... iban quedando atrás. Como si fuera un reloj, a las 12.40 h los vagones entraban en la estación Joaquín Sorolla de Valencia, recién creada para acoger el AVE.

El tren había recorrido media España en el tiempo que se tarda en tomarse un café, hojear la prensa y hacer unas llamadas de teléfono. De los 6ºC de la mañana madrileña a los 16ºC de un soleado mediodía mediterráneo, pasando por la nevada Serranía de Cuenca, en sólo 95 minutos. La rapidez es tal que permite llegar a Valencia a tiempo para dar un paseo por la playa, comerse una auténtica paella, ver la Ciudad de las Artes y las Ciencias y regresar a Madrid antes de que se ponga el sol.

El gerente del Corredor Este-Mediterráneo, Francisco Cañamero, calcula que "el 65% de los viajeros usará este AVE por motivos profesionales y el 35%, por ocio, vacaciones o turismo cultural". Según estudios encargados por Renfe, la alta velocidad atraerá a la mitad de los usuarios que ahora viajan a Valencia en avión, y al 25% de los que van en coche.

Además, el nuevo AVE incorpora mejoras respecto a los trenes habituales: los asientos ganan en comodidad, todas las plazas llevan una toma de corriente para aparatos eléctricos, una amplia bandeja permite trabajar con el portátil y la clase Business incluye servicio de comida, prensa y parking gratuito en la estación durante 48 horas.

Sin embargo, existe una pega: el elevado precio (79,8 € la ida y 127,7 con el regreso) no es apto para todos los bolsillos. Tampoco son baratos los productos en la cafetería: 1,5 € un café, 2 € un refresco y 3,8 € un sándwich mixto. Ante este argumento, Renfe responde que "la calidad se paga" y recuerda a los viajeros que hay descuentos de hasta el 60% por comprar los billetes por Internet. Además, tras las críticas recibidas, la operadora de ferrocarril se ha visto obligada a mantener dos trenes convencionales Alvia por cada sentido al día, con lo que se podrá seguir viajando al precio de siempre.

La estación de Atocha ya está prácticamente lista para recibir al AVE de aquí a dos semanas. Las obras de la ampliación están ya acabadas y sólo faltan los últimos retoques y los acabados. La estación duplicará su capacidad y las terminales de llegadas y salidas (que ahora están unificadas) se dividirán en dos. Una pasarela cruzará las vías para conectar los andenes con el área de restauración, el metro y el exterior.