El Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla ha dictado el ingreso en prisión para Javier G.A., el joven de 23 años de edad que fue detenido el pasado domingo por atropellar mortalmente con su vehículo a Silvia Reyes, de 20 años de edad y domiciliada en Olivares, y que durante su comparecencia judicial ha asegurado que no vio a la víctima y que únicamente recuerda un "impacto", pero no el atropello de un peatón.

Tras tomarle declaración durante alrededor de 30 minutos, el juez instructor ha atendido la petición de la Fiscalía y ha ordenado el ingreso en prisión del joven por la comisión de hasta cuatro delitos, como son dos delitos contra la seguridad vial —por conducción temeraria y por circular bajo los efectos del alcohol—, un homicidio por imprudencia y un último delito por omisión del deber de socorro, ya que tras cometer el atropello se dio a la fuga.

Fuentes del caso han informado a los periodistas de que durante su declaración, el joven, que trabajaba en unos grandes almacenes, ha asegurado que "no recuerda muchas cosas" de las que sucedieron en la madrugada del pasado domingo, aunque sí ha dicho que recuerda un "impacto" pero no el atropello de peatón alguno. Además, ha reconocido que esa noche había ingerido bebidas alcohólicas, aunque ha negado que fuera haciendo "trompos" con el vehículo, tal y como han defendido algunos testigos.

Cuestionado sobre por qué se dio a la fuga tras el fatal suceso —hay que recordar que el atropello tuvo lugar frente a una discoteca de Tablada y la detención se practicó en la zona de Su Eminencia—, el joven de 23 años de edad, que cuenta con tres años y medio de carné de conducir, ha señalado que "se asustó" tras escuchar el golpe, añadiendo que "no es consciente de lo que ha hecho" y que se encuentra "arrepentido" por lo sucedido.

Diez metros desde que arrancó hasta el atropello

De igual modo, el abogado del detenido, Juan Carlos Parra, ha querido dejar claro que el joven no consume sustancias estupefacientes y que dio una tasa de alcoholemia de 0,63 miligramos por litro —el límite para que se considere delito es de 0,60— y no de 0,73, tal y como ayer informó en rueda de prensa el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Sevilla, Juan José Rojo.

Según las fuentes, en su declaración ante el juez instructor el detenido ha dicho que, desde que arrancó el coche hasta que tuvo lugar el atropello, transcurrieron apenas diez metros, mientras que "ha negado o ha dicho no recordar" lo declarado ante la Policía por el amigo que iba de copiloto.

El abogado defensor, que ha precisado también que el joven "tenía todos los papeles" en regla para poder conducir un vehículo, ha interesado la puesta en libertad del imputado, argumentando para ello que presenta domicilio conocido —vive con sus padres—, trabaja en unos grandes almacenes y no presenta riesgo de fuga.