La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y Red Eléctrica de España (REE) rubricaron este martes un convenio de colaboración con el fin de integrar las infraestructuras de transporte de energía eléctrica en el medio natural y minimizar sus riesgos para la biodiversidad.

El acuerdo fue suscrito en Valladolid por la vicepresidenta primera de la Junta y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz; el director general de Transporte de REE, Carlos Jaime Collantes; y el director general de Responsabilidad Corporativa y Relaciones Institucionales de la compañía, Antonio María Calvo.

Collantes, en declaraciones recogidas por Europa Press, destacó la necesidad de desarrollar un plan ambicioso de instalaciones de acuerdo con la administración, pero de la mejor forma posible para la sociedad, que demanda este tipo de infraestructuras, que tienen un impacto visual "fuerte".

Por su parte, María Jesús Ruiz indicó que la su departamento ya trabaja en esta línea desde hace mucho tiempo con la elaboración de una Estrategia Regional de Tendidos, para lo que también se han rubricado acuerdos con Iberdrola y Unión Fenosa.

La consejera destacó que se abre la posibilidad de estudiar, planificar e impulsar medidas correctoras para evitar la afección de estas infraestructuras en el medio ambiente y la avifuna de la Comunidad.

En este contexto, recordó que más del 26 por ciento (2,46 millones de hectáreas) de todo el territorio de la Comunidad tiene la protección de la Red Natura, y cuenta con 24 espacios naturales protegidos y ocho reservas de la biosfera. Además, el 83 por ciento de los vertebrados de la Península Ibérica (393 especies) viven en Castilla y León y más de las dos terceras partes de los hábitats recogidos en la correspondiente Directiva están presentes en Castilla y León.

En cuanto a la superficie de las áreas de protección de avifauna comprende más de cinco millones de hectáreas, que supone un 53,5 por ciento del territorio de la Comunidad. SOSTENIBILIDAD

Ruiz indicó que se trata de, sin renunciar al desarrollo, que pasa por el abastecimiento energético a infraestructuras como polígonos o las grandes instalaciones de conexión para los sistemas de producción de energías renovables, intentar ir "de la mano" del diseño de infraestructuras con menos impacto para el futuro y ver las posibilidades de minimizar el de las existentes.

El acuerdo rubricado hoy establece el compromiso de realizar, de forma consensuada, la redacción de estudios y técnicas de desarrollo de modificación de tendidos eléctricos en la búsqueda de minimización de impacto sobre la biodiversidad y la redacción y aplicación de los protocolos de coordinación de gestión sobre posibles incidencias sobre la biodiversidad.

Asimismo, se llevará a cabo la redacción de los procedimientos de actuación en los trabajos de mantenimiento de la red de transporte de energía eléctrica en áreas sensibles para la biodiversidad y la colaboración en los estudios preliminares sobre alternativas de diseño y trazado para minimizar desde su origen el posible impacto de los proyectos.

El acuerdo se enmarca en el proceso para la aprobación de la futura Estrategia Regional de Tendidos, cuyo objetivo es precisamente minimizar la incidencia de las instalaciones eléctricas sobre el entorno en el que se ubican.

Se trata de delimitar las zonas de protección para avifauna en las que serán de aplicación las medidas de protección para evitar la colisión y la electrocución en las líneas eléctricas aéreas de alta tensión.

Fuentes de la Consejería apuntaron que en Castilla y León confluyen una serie de factores que hacen que estas infraestructuras adquieran especial envergadura, entre ellos el carácter de región netamente exportadora de energía, el mantenimiento de una población muy dispersa que requiere una red de distribución muy extensa y la compleja orografía que dificulta el trazado de las líneas en muchas zonas de montaña.