Largas esperas para nada

Cientos de inmigrantes afincados en Zaragoza llevan dos días haciendo largas colas para renovar sus papeles en la Oficina Única de Extranjería, pero muchos ni siquiera consiguen entrar.
Los inmigrantes, que ya tenían cita, esperaban ayer su turno en la Oficina Única de Extranjería.
Los inmigrantes, que ya tenían cita, esperaban ayer su turno en la Oficina Única de Extranjería.
F. Simón
Los inmigrantes, que ya tenían cita, esperaban ayer su turno en la Oficina Única de Extranjería.
Lahsein El Mooden es marroquí y quiere conseguir una autorización para poder trabajar en algo diferente a la agricultura. «Es el segundo día que vengo y me cierran la puerta en las narices», explicaba ayer este hombre, que fue a hacer cola a la Oficina Única de Extranjería de Zaragoza a las 7 h.

Al igual que él, numerosos inmigrantes no consiguieron una cita para realizar consultas o regularizar su situación porque la oficina está saturada. No obstante, ayer atendieron a 366.

El problema reside en que los 45 empleados que trabajan allí no han podido atender a los cientos de inmigrantes que se han personado en este lugar. Por ello,  desde el lunes la Oficina de Extranjería ha dejado de dar citas a las 11.30 h –sin ellas no se da asistencia–, obligando a estas personas a regresar al día siguiente.

Durante estos meses, está previsto que unos 37.000 inmigrantes renueven sus papeles. Para agilizar el proceso, la Delegación del Gobierno en Aragón va a poner en marcha un plan de renovaciones automáticas.

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