Un hombre acusado de matar a su suegro tras dejarle su mujer dice que la escopeta se disparó en un forcejeo

Un hombre de 28 años acusado de matar a su suegro de un tiro en la cabeza tras abandonarle su mujer, contra la que tenía impuesta una orden de alejamiento, ha afirmado que la escopeta se disparó en un forcejeo entre él y su suegra, y que desconoce si la bala le alcanzó a la víctima, porque tras el incidente dejó el arma en el suelo y se fue.
El acusado junto a dos agentes
El acusado junto a dos agentes
EP
El acusado junto a dos agentes

Un hombre de 28 años acusado de matar a su suegro de un tiro en la cabeza tras abandonarle su mujer, contra la que tenía impuesta una orden de alejamiento, ha afirmado que la escopeta se disparó en un forcejeo entre él y su suegra, y que desconoce si la bala le alcanzó a la víctima, porque tras el incidente dejó el arma en el suelo y se fue.

"No soy capaz de matar a un hombre. Estoy diciendo la pura verdad", ha insistido el acusado, quien ha comenzado a prestar a declaración ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia sobre las 10.15 horas, y ha mantenido durante su intervención una actitud desafiante y nerviosa.

Previamente a su declaración, y ante el anuncio de posibles venganzas entre las familias afectadas por el suceso, de etnia gitana, efectivos de Policía y de Guardia Civil han custodiado la entrada de la Ciudad de la Justicia y la puerta de la sala en la que se iba a celebrar la vista. Además, un total de siete agentes se han presentado con el acusado para velar por la seguridad.

El juicio, que continuará el próximo 21 de diciembre, se ha desarrollado con bastante tranquilidad excepto durante la declaración de la mujer del acusado, quien ha empezado a gritar 'asesino, asesino'. Los familiares y amigos que le acompañaban y que estaban en el interior de la sala se han sumado a estos gritos hasta que el presidente del tribunal ha conseguido poner calma y restablecer el orden.

El acusado ha indicado que conocía los hechos de los que se les acusa —y por los que el ministerio fiscal le pide 28 años de prisión— pero ha dicho que "no son ciertos". Ha explicado que no tenía una buena relación con su suegro porque éste "siempre" le estaba denunciando ya que se oponía la relación que mantenía con su hija. "Llevo tantas denuncias falsas que lo pienso y...", ha agregado.

El día en que ocurrió el suceso, el 1 de mayo de 2008, ha explicado que acudió en coche hasta el domicilio de sus suegros, ubicado en la calle Vicenta Salcedo, de Valencia, porque su mujer, con la que tenía tres hijos, le dijo que fuera para hablar con su padre sobre los niños que tenían, ya que, según ha comentado, éste no les dejaba verlos.

"Fuí a la casa a por mis chiquillos, porque mi suegro era un hombre que quería mandar mucho de mí y de mi mujer" y no entendía, según ha comentado, que "cuando un hombre se casa, se tiene que ir donde quiera con su mujer. Él siempre quería que estuviéramos allí. ¡Son más raros!", ha exclamado.

Ha afirmado que ese día él no portaba ningún arma, sino que fue su suegra la que al verle, se metió en la casa, cogió una escopeta que escondía detrás de una puerta y en el momento en el que se acercó a ella para quitársela y se inició un forcejeo "se disparó". Ha señalado que no vio si la bala le alcanzó a su suegro, y ha insistido en que seguidamente abandonó el lugar dejando allí el arma. "No pulsé el gatillo y, si no, que saquen las huellas", pedido.

Frente a su versión, la mujer de la víctima ha relatado que el acusado bajó del vehículo con una escopeta en la mano y se dirigió a ella, cuando se encontraba sentada frente a su casa junto a su hija y una sobrina, y le dijo: "te voy a matar". En ese momento, se levantó, entró en la vivienda y se escondió en el cuarto de baño.

Después, tras escuchar los gritos de su hija que decía "¡mamá, que lo ha matado!", salió de su escondite y se encontró el cuerpo sin vida de su marido. No había ningún arma, según ha dicho. Tras ello, y una vez acudió la Policía hasta la vivienda, recibió una llamada de su yerno en la que le dijo: "Si no lo mato yo, me mata él a mí". Respecto a la escopeta, la mujer ha asegurado que no hay ningún arma en su casa desde que su marido las entregó tras otro incidente.

Más intentos

Antes de este incidente, el acusado ya intentó matar a su suegro en otras dos ocasiones, según consta en el relato del acusador público, aunque estos hechos no han sido reconocidos por el hombre. El primero fue el 4 de marzo de 2008, cuando se presentó en la calle en al que vivían sus suegros armado con una escopeta y efectuó varios disparos a los familiares de su mujer, entre los que se hallaba su padre.

El segundo intento tuvo lugar el 18 de marzo del mismo año, cuando el hombre se introdujo con un vehículo en la calle en la que vivía su suegro, quien se encontraba sentado en una silla frente a la vivienda, e intentó atropellarle, algo que no consiguió al levantarse rápidamente.

Tras conseguir matar a su suegro, según el relato del fiscal, el hombre se dirigió a la localidad valenciana de Riba-roja del Túria, donde abandonó el vehículo y, tras informar a su familia de Villamarxante de lo ocurrido, se desplazó a Navarrés, a casa de su tío, quien le rogó que se entregara a la Policía. Éste hizo caso omiso a su petición y optó por abandonar la casa de su familia. Finalmente fue detenido sobre las 21.00 horas del 2 de mayo.

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