Después de 15 años dándolo todo en el mundo de la música, M-Clan deleitará al público valenciano este viernes con su nuevo disco, Para no ver el final, en la sala Mirror. Se trata de un nuevo álbum de puro rock lleno de guiños al soul, con una sección de metal tras ellos ofreciendo los sonidos que hemos escuchado en Black Crowes, Sam Cooke u Otis Reding.

Esta vez decidieron grabar su último trabajo  junto a Coki Giménez (batería) e Iván González (bajo), repitiendo con Carlos Raya a la producción.

A pesar de la crisis discográfica que parece no tener fin, la música de M-Clan cada vez es mejor, y preparan su nuevo disco, con ambientes soul y rock, con maneras de disco clásico.

Siempre se han caracterizado por la influencia del blues, del soul, del rock de los años 70. M-Clan es un generador con varios botones, rock, pop, country, soul, hard rock... En su último trabajo sobre todo se puede apreciar  muchos toques de ritmos  soul, hay mucha influencia, muchos arreglos de vientos, se dejan llevar por ese sonido, consiguiendo algo bastante sólido.

Qué diferencias hay

Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez conducen a su grupo M-Clan hacia un sonido más enérgico en algunos temas, con arreglos de metal, con guitarras profundas, letras menos poéticas que Memorias, su anterior disco,  pero más incisivas tanto en la alegría como en la desesperación.

En su anterior trabajo los juegos de palabras y el peculiar sentido del humor de Carlos Tarque ceden terreno, esta vez, a metáforas y paisajes de profundidad inusitada y cierto halo de oscuridad. Como la misma portada.

El repertorio de Memorias es un cancionero desesperado y melancólico que habla de haber perdido tu sitio (Inmigrante), tu ilusión (Corazón de bronce) y tu fe (Las calles están ardiendo). Para no ver el final es un disco clásico que recomendadarás a todo el mundo que es amante de la buena música