El ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar se ha reunido este jueves con el ministro marroquí de Exteriores, Taib Fassi Fihri, en su condición de presidente de la Comisión de Libertades del Parlamento Europeo y le ha avisado de que la Eurocámara es la encargada de velar por el cumplimiento de las cláusulas de Derechos Humanos de los acuerdos internacionales de la UE.

López Aguilar, según ha explicado él mismo a Europa Press, le ha dicho a Fassi Fihri que el Parlamento Europeo "de ningún modo puede ignorar" lo sucedido en torno al desmantelamiento del campamento de El Aaiún, "la violencia desatada, el coste en vidas humanas, una guerra de cifras con una falta de transparencia que es inaceptable". A su juicio, es "insostenible" que un país vecino de la UE mantenga un "cerrojazo informativo".

Según el eurodiputado, Fassi Fihri ha pedido reunirse con varios representantes del Parlamento Europeo porque el Gobierno marroquí es "consciente" de que la imagen de Marruecos está "deteriorada por su actuación en el desmantelamiento del campamento y la represión infligida sobre los afectados", particularmente en un momento en que la UE está dando prioridad a Marruecos en su política exterior.

"Lo primero que tienen que hacer si quieren normalidad en las relaciones con la UE es contribuir al esclarecimiento y depuración de responsabilidades", ha manifestado López Aguilar que, según ha explicado, le ha recordado a su interlocutor que ningún acuerdo de política exterior de la UE entra en vigor sin el visto bueno del Parlamento Europeo.

El Acuerdo de Asociación UE-Marruecos ya está en vigor pero, según ha indicado el ex ministro, están por desarrollar muchos capítulos como el agrícola o el pesquero.

La respuesta del ministro marroquí —siempre según el relato de López Aguilar— es que Marruecos "quiere cooperar" y quiere hacerlo sin "presión" porque lo que está haciendo su Gobierno es "defender un interés nacional que es ampliamente compartido por la población marroquí".

La Eurocámara ha accedido a la petición marroquí de retrasar hasta diciembre la votación de una resolución sobre los sucesos de El Aaiún y, según el ex ministro español, será el propio Fassi Fihri el que comparecerá ante la Comisión de Exteriores de la Eurocámara con el objetivo de contribuir a una "posición equilibrada y compensada".

Augura una sesión "de mucha intensidad"

Para López Aguilar, ese trámite "no sobra" si lo que se pretende es aprobar una resolución "lo más ajustada a la realidad de los hechos". "Será una comparecencia de mucha intensidad porque el Parlamento Europeo da mucha importancia a los Derechos Humanos", ha dicho.

En su reunión bilateral, Fassi Fihri ha insistido en su relato de que las fuerzas de seguridad marroquíes recibieron órdenes de no ir armados cuando entraron en el campamento y que 11 de sus efectivos murieron linchados, y su interlocutor le ha subrayado que la única forma de comprobar la veracidad de ese relato es dejar entrar a los medios y a los organismos internacionales.

Respecto a la petición de que puedan entrar medios españoles en el territorio del Sáhara Occidental, Fassi Fihri ha subrayado que "es un territorio de su soberanía" y que no puede aceptar a personas que entren con documentos falsos, disfrazados o sin la documentación apropiada. "Con sus propios canales, ese cauce se abrirá", ha señalado el eurodiputado español.

López Aguilar ha dejado claro que no se ha reunido con Fassi Fihri como español, sino como presidente de una Comisión de la Eurocámara encargada de asuntos como la gestión de fronteras y la cooperación con el Magreb en materia de inmigración.

El gobierno está "sufriendo"

Eso sí, ha dicho comprender la posición del Gobierno español que no puede "romper los puentes" con ninguna de las partes en conflicto si quiere ser útil para su solución, ni renunciar al "interés nacional" de la relación con Marruecos: "cualquier otra opción sería catastrófica para los intereses de España y los españoles", ha dicho.

No obstante, ha subrayado que el Ejecutivo "está sufriendo", igual que sufren los ciudadanos españoles por el "dolor en un país vecino" y "esforzándose en medio de una gran tensión".

Así, ha subrayado que el Gobierno no puede hacer seguidismo de "la cólera o la indignación" y ha calificado de "disparates" algunas afirmaciones, como que España sea "administradora" del territorio, cuando la situación "de facto" es que Marruecos "gestiona el territorio" y España no puede ordenarle qué hacer.