Según datos de la Policía Local, la mayoría de motos manipuladas «son de dos tiempos (utilizan mezcla de gasolina y aceite) y de cuatro (con motor de combustión interna, similar a un coche), y cada una hace un ruido diferente».

El concejal de Tráfico, Luis Concepción, ha reconocido  el «elevado número de motos que no están en regla». Para evitar las molestias a los vecinos, el edil instará a que un equipo de «cuatro o cinco agentes» hagan una campaña de medición de ruidos en varios puntos céntricos de la ciudad, con un sonómetro especial que «incorporaremos en breve», dice.

Fallan en las revisiones

«El 30% de las motos que vienen exceden en la primera revisión el nivel de ruidos permitido», comenta Alejandro Pastor, director de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en Alicante.

El presidente de la Unión de Consumidores, Pedro Hernández, advierte de que «al llevar piezas trucadas y de mala calidad, las motos pueden provocar accidentes».

Cómo se trampea la velocidad

Lo más sencillo es hacerlo en casa. Aunque algunos jóvenes presumen de que su taller les ha trucado la moto para correr más, lo cierto es que, según varios talleres consultados, se trata de operaciones sencillas que se suelen realizar en casa.

Para aumentar la velocidad de un ciclomotor «hay varios trucos sencillos al alcance de cualquiera», comenta Guillermo Moreno, vicepresidente de la Asociación de Talleres de Alicante (Atayapa).

Uno de ellos es cambiarle el cilindro, que suele ser de 49 centímetros cúbicos, por uno mayor de 74 ó 90 cc.

También se puede conseguir mayor potencia «colocando un carburador más grande y tubos que no están homologados y sobrepasan los decibelios permitidos por ley», dicen los talleres consultados.

Los motoristas aseguran que «cuando hay que cambiar una de esta piezas, sale más barato adquirir una pirata que da más potencia y velocidad que colocar la original». r. moreno