El Instituto Municipal de Atención Social del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha finalizado la fase de diagnóstico del I Plan Estratégico Municipal de Personas Mayores en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y según el cual uno de cada cuatro mayores de la capital tiene ingresos por debajo del umbral de la pobreza.

El estudio realizado por el área que dirige Ignacio González y dirigido por el sociólogo Tomás González, confirma la tendencia en virtud de la cual la población mayor de 65 años en Santa Cruz de Tenerife supera ya al colectivo menor de 15 años. Con arreglo a datos del padrón municipal de 2009, las personas mayores de 65 años eran 33.777 y los menores de 15 ascendían a 28.838.

Ello se refleja en el índice de envejecimiento de la población chicharrera (población mayor/población total por 100), situado en el 15,78 por ciento, dos y tres puntos respectivamente por encima de lo que dicho indicador arroja para Tenerife y Canarias.

Este índice revela, en el detalle por distritos, que los de Anaga y Centro Ifara son los más envejecidos de los cinco. El Distrito Suroeste se confirma como residencia elegida por personas jóvenes en un ejemplo del denominado en ciencia social 'proceso de desurbanización'.

En lo relativo a la situación económica de las personas mayores de 65 años, se ha confirmado que uno de cada cuatro personas del colectivo obtiene ingresos que lo sitúan bajo el umbral de la pobreza relativa (422 euros mensuales). El porcentaje asciende a uno de cada dos personas mayores en el caso de que vivan solas.

Entre los mayores usuarios de los servicios sociales municipales, la proporción entre personas que reciben prestaciones son contributivas con las receptoras de prestaciones contributivas se sitúan en 20 y el 80 por ciento, respectivamente.

Dichas cifras reproducen la tendencia de las comunidades autónomas. Canarias es la que alberga un mayor número de mayores con más jubilados perceptores de prestaciones no contributivas.

Demandas de las personas mayores

Una parte determinante a la hora de diseñar las acciones que formarán parte del Plan de Mayores han sido las consideraciones señaladas por las propias personas mayores que han participado en los grupos de discusión.

El colectivo de mayores de 65 años demanda nuevas bonificaciones en diversas actividades, algunas de las cuales están siendo estudiadas ya por el IMAS, por ejemplo la bonificación del suplemento para llevar la entrega de la compra a domicilio por parte de supermercados.

En el ámbito formativo, se adivina entre este sector de población la necesidad de una mayor frecuencia, estabilidad y oferta, tanto adaptada como genérica. Se refieren a acciones relacionadas con la prevención del envejecimiento, deportes, cultura, etcétera.

En relación con ello, denotan que, en unos casos, las obligaciones familiares", impiden el ocio, y en otros la soledad lleva al aislamiento. De ahí que se solicite optimizar el apoyo a familias con mayores en situaciones de dependencia.

La salud marca otra de las pautas entre los aspectos surgidos en los grupos de discusión. Reclaman mayor proximidad, eficacia y cobertura. La movilidad y seguridad suponen también una preocupación, de ahí que los mayores hayan puesto sobre la mesa aspectos como la eliminación de barreras arquitectónicas o mayor control de la seguridad vial.