La Fiscalía de Málaga ha acusado a dos responsables de una empresa de transporte de mercancías y áridos por carretera, ubicada en la capital, en relación con la muerte de un trabajador que fue aplastado al caerle una parte de un camión cuando estaba realizando tareas de mantenimiento y cambio de pastillas de freno junto a otro empleado.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal acusa al que en febrero de 2009 era gerente de la empresa y al que desempeñaba las funciones de encargado y jefe del taller por los delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad de los trabajadores, solicitando para cada uno una pena de 28 meses de prisión e inhabilitación.

Según el escrito, al que tuvo acceso Europa Press, la víctima, un brasileño de 21 años, realizaba trabajos en el taller desde octubre de 2008 por decisión, supuestamente, del gerente, quien "conocía" que el empleado carecía de permiso de trabajo y que, por ello, no estaba dado de alta en la Seguridad Social.

La acusación señala que al trabajador se le encargaron tareas de limpieza de las instalaciones y reparación de vehículo "sin facilitarle formación alguna sobre los riesgos y sin transmitirle instrucciones precisas y correctas sobre los métodos de trabajo", además de que este acusado "permitía" métodos de trabajo "inadecuados", haciendo "caso omiso" a las medidas preventivas.

Así, el otro acusado era "conocedor de tan deficientes condiciones de trabajo y de la falta de capacitación" de la víctima, a pesar de lo que, según el ministerio público, en febrero de 2009 decidió que el trabajador realizara el cambio de las pastillas de freno de un camión, junto a un mecánico.

Para esas tareas, los operarios debían colocarse debajo del vehículo, señala el fiscal, quien explica que cuando la víctima iba a elevar el gato, éste perdió el punto de apoyo del eje delantero "haciendo que la cabeza tractora se desplomase de golpe sobre el cuerpo del trabajador, dejándolo aprisionado", y falleciendo de forma inmediata.

La Fiscalía estima que la "inobservancia reiterada" de los métodos de trabajo, "propiciada por la falta de indicaciones y exigencia de los acusados" y "la falta de dotación de equipos seguros y adecuados para llevar a cabo la actividad en el taller también expusieron" ese día al otro trabajador y, en general, a los demás mecánicos.

Además de la pena de prisión, la acusación pública solicita que el entonces gerente pague una multa de 8.100 euros y que el que desempeñaba las funciones de encargado del taller abone 5.400 euros; mientras que se insta a que paguen como indemnización 55.000 euros, una vez que la aseguradora ya ha pagado 35.000 euros.