Manuel Chaves: "Al PP le cuesta reconocer que España es un Estado plural"

  • 20 Minutos entrevista al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial y Función Pública.
  • "La reforma laboral no se va a mover. Lo que sí es susceptible de negociación es cómo se va a desarrollar".
  • "Tengo plan de pensiones privado (...), pero nunca defenderé que los privados sustituyan al público".
  • MÁS ENTREVISTA: Gobierno, PSOE y perspectivas electorales.

Recientemente Mariano Rajoy ha apuntado que habría que rectificar el Estado de las autonomías. Incluso habló de que hay "patologías"...

El PP nunca se ha sentido cómodo con el Estado de las autonomías, entre otras cosas porque le cuesta reconocer que España es un Estado plural y diverso. Creo que ahora lo que pretende es volver a un neocentralismo que se puede plasmar en la renacionalización de determinadas competencias de las cuales son ahora titulares las comunidades autónomas. Es un tema que debe de aclarar el Partido Popular. Ahora bien: que hay duplicidades, solapamientos, entre el Estado y las comunidades autónomas y los ayuntamientos es cierto. Eso ocurre en todo Estado complejo, en Estados Unidos, en Italia, en Alemania… Pero la vía no es la renacionalización o volver al neocentralismo que tantos males causó a este país, la vía es el instrumento que tiene prevista la propia Constitución, que es la de la concertación, la de la colaboración.

¿Cuál es su opinión sobre los liberados sindicales?

Nadie está descubriendo nada nuevo bajo el sol. En todos los Estados democráticos hay ayudas a las centrales sindicales.

¿Tantas como en este país?

Tantas como en este país. ¿Dónde se inicia el debate y la pretensión de recortar el número de liberados? Desde la derecha. ¿Por qué? Porque la derecha necesita romperles el espinazo a las centrales sindicales, como un elemento que les puede estorbar a la hora de llevar a cabo sus políticas. Por ejemplo: con las centrales sindicales actuales fuertes, ¿puede Rajoy llevar a cabo un proceso o una política de privatización de los servicios públicos fundamentales? Yo creo que no.

Un dirigente empresarial ha propuesto que los funcionarios puedan ser despedidos y puedan ser retribuidos con parámetros de la empresa privada: más productividad, más salario.

Hay una especie de mito de que las empresas privadas funcionan mejor que las públicas o que la Administración pública. Yo no estoy de acuerdo. He sido presidente de una comunidad autónoma donde las empresas públicas funcionan mejor que las privadas. Hay una larga tradición de cómo se accede a la Administración pública, a través de oposiciones, y un funcionario no puede ser desde mi punto de vista lo mismo que un empleado privado. No solamente por la tradición y lo que representaría ahora un cambio en esa dirección. Lo que hay que hacer es mejorar la formación de los funcionarios y la eficacia de la Administración pública. Convertir a un empleado público en un empleado privado no tiene ningún sentido.

Es decir, despidos no. ¿E incentivos para que haya un salario variable para los funcionarios?

La productividad tiene sentido no solamente en los trabajadores privados sino también en los trabajadores públicos.

¿O sea que habría que poner en marcha mecanismos para eso?

Sí, y hay ya mecanismos puestos en funcionamiento.

Usted fue ministro de Trabajo con Felipe González y vivió la huelga general del 14 de diciembre de 1988, en la que se demandaba, entre otras cosas, más creación de empleo. ¿Tan poco han cambiado las cosas desde entonces? ¿Qué hay que hacer en este país para arreglar el desempleo?

La situación es totalmente distinta, y eso explica el éxito que tuvo la huelga en 1988 y, digamos, la huelga importante, pero no general, que ha tenido lugar ahora. La huelga de 1988 fue en un ciclo expansivo de la economía, donde se creaba empleo y se reducía el paro. Y la que ha tenido lugar últimamente ha sido en una etapa de crisis económica con destrucción de empleo. Hay una situación que tenemos que poner en evidencia. Cuando hay ciclo económico expansivo, la creación de empleo en España es espectacular, más que en ningún otro país de la Unión Europea. Cuando hay crisis económica llegamos a tasas de desempleo en torno al 20%, con un proceso de destrucción de empleo muy fuerte. Y eso es lo que tenemos que analizar y ver. Porque como consecuencia de la crisis económica en España se han perdido tantas horas de trabajo como en Alemania, y sin embargo el aumento del paro y la destrucción de puestos de trabajo ha sido muy superior en España que en Alemania. Y por eso precisamente la reforma laboral que ha puesto en marcha el Gobierno.

¿Se va a retocar la reforma laboral en el reglamento? ¿Se les va a dar algo a los sindicatos?

La reforma laboral no se va a mover. Lo que sí es susceptible de negociación es cómo se van a desarrollar la reforma y sus reglamentos. El diálogo con los empresarios y las centrales sindicales es importante, hay que recuperarlo. Hay temas que afectan al modelo económico y al modelo de relaciones laborales que hay que poner encima de la mesa: la reforma de las pensiones, el desarrollo de la reforma laboral, la negociación colectiva, las políticas activas de empleo, la formación profesional, las reformas de los servicios públicos de empleo… Son temas muy importantes que implican reformas estructurales de calado que son necesarias en nuestro país.

Ha mencionado la reforma de las pensiones. El Gobierno tiene la intención de subir la edad de jubilación de 65 a 67 años y de 15 a 20 los años de cálculo de cotización para fijar la pensión. ¿Sigue el Gobierno en esa posición?

Las propuestas del Gobierno no son cerradas, por tanto son susceptibles de ser negociadas. Tanto con las centrales sindicales como con los empresarios. Y también con los partidos políticos, dado que hay un pacto, el de Toledo, con las fuerzas políticas. Que la reforma de las pensiones es necesaria pensando en lo que puede ocurrir con el sistema público de pensiones dentro de 15 o 20 años nadie lo pone en duda. Ahora, creo que para cualquier reforma de las pensiones es absolutamente imprescindible el consenso y el acuerdo.

¿A qué años se quiere jubilar usted?

Yo, por mi edad (risas)... En política, uno se jubila cuando lo deciden los ciudadanos.

¿Tiene un plan privado de pensiones?

No… Sí, perdón, sí tengo. Pero yo no estoy en contra de los planes privados. Se quiere contraponer el sistema público a los planes privados, y eso es un error. El sistema público de pensiones es la columna vertebral para proteger a los jubilados, y los planes privados son complementarios al público, pero nunca defenderé que los privados sustituyan al público.

En el Consejo Territorial estaban ausentes Antich -en Londres promocionando Baleares-, y Montilla, que ni se ha justificado y que generalmente no va. ¿Se le perdona todo?

Bueno, está en campaña. No hay que darle más importancia. Hay gente que falta a reuniones, pero no hay que sacar ninguna interpretación política. Montilla está ahora mismo en plena precampaña electoral y se justifica perfectamente que no haya estado en esa reunión.

Hablaron en esa reunión de la nueva agenda social, pero todavía no hay nada concreto. ¿Es humo? ¿Hay alguna medida espectacular?

Hubo un punto de referencia: la reforma de las políticas activas de empleo y de los servicios públicos de colocación, que son dos instrumentos absolutamente esenciales para combatir el desempleo, formar a los trabajadores y relacionar en el mercado de trabajo la oferta y la demanda. En esa dirección va la reforma de las políticas de empleo. Para que todos los ciudadanos españoles desempleados tengan una atención individual y personalizada, que es lo que se pretende. Para ver cuál es la mejor formación, el mejor empleo al que pueda acceder… Y no es solo para desempleados, sino también para las empresas.

¿Y eso va a dar resultado inmediatamente o es a largo plazo?

La propuesta que vamos a hacer tiene medidas a corto plazo, que queremos poner en marcha en el primer semestre del próximo año, y también a largo plazo. Queremos empezar a actuar con los desempleados desde ya.

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