Las obras de restauración de la iglesia parroquial de la Purísima Concepción del barrio de La Cartuja de la capital aragonesa, suman una aportación de 900.000 euros, de los cuales 600.000 estarán subvencionados por Caja Inmaculada (CAI) y 300.000 por el Departamento de Política Territorial del Gobierno de Aragón.

Con el objetivo de restaurar uno de los conjuntos cartujos aragoneses más importantes, el consejero de Política Territorial, Justicia e Interior del Gobierno de Aragón, Rogelio Silva; el presidente de CAI, Juan María Pemán; y el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña; han suscrito una nueva addenda al convenio de colaboración aprobado el pasado mes de marzo.

En virtud de esta addenda, se ha incorporado Caja Inmaculada con una aportación de 600.000 euros, a través de su Obra Social y Cultural. La entidad de ahorro ha decidido sumarse a este proyecto y "poner en valor" este edificio, que estaba "muy deteriorado", ha afirmado Juan María Pemán.

Por su parte, el Ejecutivo autónomo, a través del Departamento de Política Territorial, Justicia e Interior, destinará 300.000 euros a la restauración del templo. El acuerdo se enmarca en la línea de colaboración iniciada en 2009, cuando el mismo Departamento financió con 210.000 euros el estudio previo y la redacción de este proyecto. Asimismo, esta cooperación se articula en el protocolo de intenciones firmado el pasado 2 de febrero de 2010.

El consejero Rogelio Silva ha mostrado su satisfacción por "compartir" con ambas instituciones la "preocupación" por el patrimonio aragonés y ha destacado la "importancia" de esta actuación, ya que ésta es una iglesia "muy querida en la Cartuja", y que a pesar de situarse "a pocos kilómetros" de Zaragoza, "poca gente conoce".

Silva ha destacado los "frescos extraordinarios" de esta iglesia, que sufría "problemas de cimentación muy graves", por lo que "era necesario repararla", ya que se "corría el riesgo de que se deteriorase de forma irreversible".

Problemas estructurales

Este proyecto de restauración, redactado por el arquitecto Teodoro Ríos, pretende solucionar los problemas estructurales y de cimentación del edificio y recuperar tanto su uso como parroquia del barrio, como su patrimonio artístico como muestra del barroco aragonés. Las obras, que ya han comenzado, esperan estar terminadas a principios de 2012.

Por su parte, el arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Urueña, se ha mostrado "emocionado" por la restauración de esta iglesia, que llevaba "mucho tiempo" en estado "calamitoso", y que, "como el arpa de Bécquer", se encontraba "cubierta de polvo" esperando "la mano de nieve que sepa arrancar sus notas".

El presupuesto global del proyecto asciende a 2,9 millones de euros y los trabajos planteados se centran en la mejora del terreno de debajo del edificio, para corregir los fallos de cimentación de la iglesia, la eliminación de humedades en muros y pavimento, y la fijación de las yeserías para evitar su caída, como tarea previa a la restauración de decoraciones y pinturas.

El proyecto incluye actuaciones en el retablo, el atrio, las capillas del Santísimo, de diario y la bautismal; y la linterna de la cúpula central; así como otras actuaciones contra los efectos de la presencia de palomas e instalaciones de calefacción e iluminación.