La Fiscalía de Málaga ha solicitado 13 años de prisión para el hombre acusado de quemar siete coches de la Policía Nacional en la Comisaría Provincial en enero de 2009, causando daños valorados en unos 184.000 euros en los vehículos y en el edificio.

Los hechos sucedieron el día 15 de dicho mes, a las 01.50 horas, cuando el procesado, según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio fiscal, fue a la Comisaría y con una botella de gasolina prendió unos trapos y los coches que estaban en el 'parking'.

Según la calificación inicial, previamente el procesado había comprado la gasolina tras haber ido, horas antes, a la Comisaría para denunciar "de forma muy violenta" que había sido abordado por dos personas de paisano que dijeron que eran policías, quienes "sin identificarse, le habían sustraído 250 euros".

En su denuncia, según el escrito de la Fiscalía al que tuvo acceso Europa Press, el acusado insultó a los agentes que le tomaron los datos con frases como que "eran unos corruptos, unos mierdas" y amenazándoles diciendo "¿me vais a denunciar? Muy bien, os vais a enterar".

En el incendio, según el relato de la acusación pública, se generaron "grandes llamas" que afectaron a la planta baja y primera planta del edificio, así como un espeso humo negro que afectó a la fachada posterior. Esto causó daños en el inmueble y en objetos por valor de unos 23.800 euros.

Asimismo, el fiscal señala que la combustión "hizo irrespirable el aire del interior del edificio", lo que unido a las llamas provocó que se tuviera que desalojar a todo el personal que se hallaba en la zona del incendio, teniendo, incluso, que ubicar en otra zona a los detenidos que estaban en sus celdas.

En su casa se encontró el mechero utilizado y ropas con restos de gasolina, indica el fiscal, para quien los hechos constituyen un delito de incendio peligroso para las personas, solicitando para el procesado los 13 años de prisión y que indemnice al Cuerpo Nacional de Policía en el importe de los daños causados.