El caso lo investiga la Subdelegación del Gobierno, porque los supuestos amenazadores le dijeron a Cuevas, incluso, que tenían contactos en la Policía que los mantendrían a salvo y que, en cambio, él lo podía pasar mal.

«La Policía Local viene de vez en cuando a vigilar, pero cuando se marcha, ambos locales vuelven a abrir hasta las tantas», relató ayer Cuevas.

Tres comunidades de vecinos de esa calle se quejan porque ambos pubs «reiteradamente incumplen el horario de cierre, y los ruidos y las molestias no acaban hasta las siete de la mañana», según su escrito con 700 firmas registrado en el Ayuntamiento.

En Urbanismo indicaron ayer que sólo la Conselleria de Justicia puede suspender la licencia a un pub, si hay falta grave. 20 minutos no tuvo ayer respuesta de Justicia.