La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) ha firmado varios convenios de colaboración con ayuntamientos y diócesis de la provincia para la restauración de 48 bienes muebles, 67 inmuebles y 3 órganos histórico-artísticos de propiedad eclesiástica, acciones en las que la DPZ invertirá más de 3 millones de euros.

Los trabajos se realizarán con un presupuesto total de 5.546.608 euros, de los que un 60 por ciento (3.327.963 euros) los aportará la institución provincial. El resto, un 40 por ciento, serán financiados de forma equitativa entre ayuntamientos y diócesis, excepto en el caso de restauración de órganos, donde las diócesis aportan el 30 por ciento y el 10 por ciento restante los ayuntamientos.

La presidenta de la Comisión de Cultura y Patrimonio de la Diputación de Zaragoza (DPZ), Cristina Palacín, ha subrayado que gracias a estos convenios se llevarán a cabo 118 intervenciones que permitirán, como ejemplo, concluir la restauración de los órganos de Alagón, Ricla y Calatayud. También se actuará en el retablo de Biel o en las iglesias de Albeta, Litago y Olvés, que se encuentran "en riesgo de derrumbe".

En declaraciones a los medios de comunicación, ha explicado que la firma de estos convenios de colaboración "se realiza anticipadamente" para evitar que coincida con el año electoral y con el objetivo de fomentar el empleo en estos municipios en un momento de crisis económica.

Casi un centenar de localidades se van a ver beneficiadas por estas mejoras en el patrimonio que abarcan desde obras en fachadas y cubiertas hasta la restauración de órganos, cuadros, lienzos, cruces profesionales o retablos de iglesias y ermitas de toda la provincia, todo ello bajo la supervisión del Servicio de Restauración de la DPZ.

Todas las restauraciones tienen alguna singularidad entre las que destacan la torre mudéjar de Belmonte, los restos arqueológicos de la Iglesia de San Miguel de Ambel o los esgrafiados de la iglesia parroquial de Cosuenda.

Con estos convenios, la Diputación Provincial de Zaragoza persigue colaborar con los ayuntamientos y las diócesis de Jaca, Tarazona y Zaragoza en el mantenimiento de un patrimonio artístico, cultural y emotivo que los propios ciudadanos demandan a la administración.