El coste de estacionar en zonas de aparcamiento regulado ha aumentado hasta un 8 por ciento en el último año en algunas ciudades, según ha denunciado la Asociación Pro Derechos Civiles Económicos y Sociales (Adeces), que se ha quejado de que el automóvil se ha convertido en "uno de los principales instrumentos recaudatorios de ayuntamientos y comunidades". El estudio que se ha realizado sitúa a Toledo, entre las ciudades donde es más barata la tarjeta anual de aparcamiento para residentes, con un coste de 7,6 euros.

Adeces ha realizado un estudio comparativo en 22 ciudades españolas en el que compara el coste de aparcamiento para no residentes (zona azul, verde, roja y naranja) durante una hora; el precio de aparcamiento para residentes (tarjeta anual, mensual, semanal y día) y coste de la anulación de denuncias entre este año y el anterior.

De los 22 ayuntamientos evaluados, tres no disponen de estacionamiento regulado (Badajoz, Melilla y Santa Cruz de Tenerife) y seis de los diecinueve restantes presentan cambios en alguno o varios de sus precios: Albacete, Murcia, Oviedo, Palma de Mallorca, Valencia y Valladolid.

Dentro del aparcamiento para no residentes, el incremento más elevado, de un 8,33 por ciento, se registra en la zona azul, en los Ayuntamientos de Palma de Mallorca y Valladolid al alcanzar los 0,65 euros, desde los 0,60 euros del año anterior.

Mientras, Valladolid con un aumento del 10,75 por ciento presenta la mayor subida en la tarjeta anual para residentes al pasar de 29,30 euros a 32,45 euros. No obstante, es el Ayuntamiento de Ceuta, con un coste de 196,6 euros, el que tiene la tarjeta anual más cara; en el lado contrario se encuentra Toledo con un coste de 7,6 euros.

Respecto a las anulaciones por denuncias de los controladores, son Albacete y Valencia, con incrementos del 33,33 por ciento, hasta situarse en 4 euros, las ciudades que recogen las mayores subidas en este apartado. El coste de la anulación oscila entre los 0,45 euros y los 12 euros, según tiempo, y en algunas ciudades, según zonas.

Como conclusión, la asociación denuncia que el incremento de estos precios, tasas o impuestos "en ciudades de distinto signo político demuestra que los debates sobre congelación o bajada de impuestos forman parte de la teoría más que de la realidad ciudadana".