Niega haber abusado de sus sobrinas nietas y atribuye las acusaciones al "odio" de sus familiares

El acusado de abusar sexualmente y exhibir material pornográfico a seis niñas de entre 9 y 12 años de su propia familia, sus sobrinas nietas, ha negado este lunes las acusaciones que se le imputan y por las que se enfrenta a un total de 29 años y medio de prisión y ha atribuido las denuncias a un "acuerdo" entre las madres de las menores y al "odio" que sienten hacia él.
Sede del TSJA y Audiencia Provincial de Granada
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Sede del TSJA y Audiencia Provincial de Granada

El acusado de abusar sexualmente y exhibir material pornográfico a seis niñas de entre 9 y 12 años de su propia familia, sus sobrinas nietas, ha negado este lunes las acusaciones que se le imputan y por las que se enfrenta a un total de 29 años y medio de prisión y ha atribuido las denuncias a un "acuerdo" entre las madres de las menores y al "odio" que sienten hacia él.

La Fiscalía de Granada y la acusación particular, que representa a las familias de las niñas, le imputan cinco delitos continuados de abusos sexuales, uno continuado de tentativa de abusos, y dos continuados igualmente de exhibición de material pornográfico. El Ministerio Público solicita además para los representantes legales de las menores una indemnización de un total de 27.000 euros, una petición que el abogado de las denunciantes eleva hasta los 54.000 euros.

Según las acusaciones, el hombre, tío abuelo de las niñas, abusó de ellas en distintos escenarios en Padul (Granada), tanto en su casa, como en su furgoneta, como en una alberca adonde las llevaba a bañar, principalmente en periodos de vacaciones escolares entre los años 2007 y 2009. Además, les enseñaba revistas y les proyectaba películas pornográficas, aunque las menores no se lo contaron a su padres por el "temor" que les infundaba el acusado con frases como "te voy a buscar la ruina si dices algo".

En la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada, el procesado, de 56 años, ha negado sin embargo haber realizado u obligado a hacer algún acto sexual a las niñas y ha asegurado que es "mentira" que les haya enseñado revistas y películas pornográficas, aunque sí ha reconocido que tiene este tipo de material audiovisual en su casa. Sin embargo, sobre las revistas ha dicho: "¡Yo para qué quiero eso, a mí esas cosas no me van!".

Según ha explicado, eran las propias niñas las que iban a su casa "en busca" de sus nietos, que le pedían a su abuelo que los llevara a todos en su furgoneta a una alberca situada a la salida del pueblo.

Ante la insistencia del fiscal, el inculpado, que ha tenido que declarar muy cerca de los estrados por su sordera, ha llegado a preguntarle "¿Usted sería capaz de ponerles esas películas o hacerles esas cosas a sus sobrinas?" y ha afirmado que él no lo es. Además, ha señalado que le fue diagnosticada una epilepsia, por la que sufre impotencia.

"Le voy a decir la verdad, es que yo he podido vivir, y ellas —las madres denunciantes— siempre me han tenido mucho odio hasta el punto de lo que han hecho ahora. A mí no me ha faltado gracias a Dios ni un duro ni de comer, y a ellas sí les ha faltado, por eso han llegado a un acuerdo, porque todo es incierto", ha indicado el hombre, que dice que "lo único" que le ha dado a las niñas son "buenos bocadillos y buenos tazones de leche".

Declaración de las menores

Durante la sesión de este lunes han declarado las seis supuestas víctimas, que han relatado cómo su tío abuelo se las llevaba en la furgoneta y, con la excusa de que condujeran con él el vehículo, las tocaba y se aprovechaba de ellas, a veces en solitario y a veces cuando varias estaban juntas, y han detallado también abusos cuando su tío abuelo supuestamente les enseñaba a nadar en la alberca. Todas han coincidido casi en las mismas acusaciones y han señalado que no contaron nada a sus padres por "miedo" y porque su tío abuelo las tenía "amenazadas".

"Quién sabe los que nos podía hacer, con lo que le ha pasado a Mari Luz —la niña de Huelva de cuya muerte está acusado Santiago del Valle—. Nos podía haber matado, porque ningún tío hace esas cosas a sus sobrinas", ha llegado a decir una de las menores, de 12 años.

Todo se descubrió porque una de ellas le dijo a su prima que se estaba comiendo un helado "como en las revistas", momento en el que su madre, según ha relatado la mujer ante la Sala, le "sonsacó" para averiguar lo que había pasado. A partir de ahí todas las hermanas y sus maridos, padres de las niñas, se reunieron para hablar del asunto y decidieron interponer una denuncia contra su tío, al que hasta entonces le tenían "muchísimo cariño" porque también las había cuidado a ellas cuando eran unas niñas.

El juicio continuará este miércoles con la declaración de más testigos, de los peritos y con la exposición de conclusiones e informes de las partes personadas, por lo que podría quedar ya visto para sentencia.

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