Caja Rural de Toledo ha obtenido en los nueve primeros meses del año un beneficio antes de impuestos de 8 millones de euros, un 11 por ciento más que el objetivo previsto para este periodo, lo que demuestra su "capacidad de generar resultados positivos y recurrentes basados en el negocio tradicional sin recurrir a la generación de plusvalías extraordinarias, incluso en entornos complejos como los actuales".

En nota de prensa la entidad provincial indica mantiene sus elevadas fortalezas financieras: solvencia (más de seis puntos por encima del coeficiente exigido por ley) y liquidez de disponibilidad inmediata (486 millones de euros), con una de las morosidades más bajas del sistema financiero español, del 2,07 por ciento.

Para el director general de la cooperativa de crédito, Rafael Martín Molero, éstos son unos resultados "de calidad" que consolidan la "solidez, seguridad, cercanía, flexibilidad e implicación" de Caja Rural de Toledo con su ámbito de actuación.

La cooperativa de crédito ha seguido apostando por la prudencia y realizado un esfuerzo significativo por aumentar sus provisiones, con el objetivo de fortalecer su balance antes que dar más beneficios. En este momento tiene acumuladas provisiones para riesgos y compromisos contingentes por importe de 64,6 millones de euros.

El director general de Caja Rural de Toledo, Rafael Martín Molero, ha hecho un balance optimista y muy satisfactorio del rendimiento de la entidad.

Según Martín Molero, "hemos presentado registros positivos en todas nuestras áreas de negocio, manteniendo una tesorería excedentaria y alcanzando un importante exceso de recursos propios, lo que consolida nuestra solvencia".

Este resultado refleja la buena evolución de los ingresos, la fortaleza de los resultados operativos y la potencia del modelo de negocio de Caja Rural de Toledo, centrado en la relación a largo plazo con el cliente.

Más de 279

Millones de recursos propios

En la consecución de estos resultados ha sido decisiva la sólida y solvente posición de la entidad. Al término del tercer trimestre, Caja Rural de Toledo contaba con 278,8 millones de euros de recursos propios y un ratio de solvencia del 14,06 por ciento, más de seis puntos por encima del mínimo del 8 por ciento exigido por ley, cumpliendo más que sobradamente el requisito futuro exigible por la normativa bancaria Basilea III.

Dicho ratio de solvencia se ha visto consolidado tras la primera emisión de capital social por importe de 33 millones realizada por la entidad en los primeros días de julio, respecto a una emisión total de 60 millones, iniciativa que tuvo una sobredemanda importante y que, previsiblemente, podría ser cubierta en el futuro.

Además, la cooperativa de crédito sigue controlando férreamente el "Talón de Aquiles" más importante del sistema financiero, al presentar un ratio de morosidad del 2,07 por ciento, unos de los más bajos del sector, cuando la mora en el conjunto de los bancos y cajas españoles llega en este momento al 5,61%, la tasa más alta desde febrero de 1996.

La caja de confianza

El sólido margen bruto ha permitido a Caja Rural de Toledo continuar con su exigente política de dotaciones, que se sitúan muy por encima de las marcadas por el organismo supervisor, manteniendo un ratio de cobertura de saldos dudosos del 102,54 por ciento. Ello garantiza la estabilidad de la entidad ante los vaivenes financieros actuales.

A ello se unen unos fuertes excedentes en términos de liquidez de disponibilidad inmediata, que a 30 de septiembre ascendían a 486 millones de euros, lo que habilita a la cooperativa de crédito para cubrir las necesidades de financiación de sus socios y clientes, así como para hacer frente a posibles inversiones.

En este periodo, la entidad ha continuado facilitando crédito a sus socios y clientes por un volumen total de 382,7 millones de euros y 6.478 operaciones, lo que sin duda redundará en el mantenimiento del tejido productivo y generará empleo y oportunidades para la población de las provincias de Toledo, Guadalajara, Madrid y Ávila, donde Caja Rural de Toledo tiene asentado su servicio.

Asimismo, la entidad ha destacado que más del 76 por ciento del riesgo crediticio total de Caja Rural de Toledo está soportado con garantías reales y que la diversificación del mismo-la media por operación es de 59.000 euros- y su gestión rigurosa otorgan a Caja Rural de Toledo un aval de Caja segura que cumple taxativamente con la normativa.

"Estos son unos resultados de calidad fruto de nuestro modelo de banca tradicional, que permitirán a Caja Rural de Toledo afrontar los retos de 2011 con fortaleza, tranquilidad, confianza y perspectivas muy prometedoras", ha dicho Martín Molero.