Casi la mitad de los contratos se corresponden, además, con trabajos que no requieren cualificación. En cuatro de cada diez casos, el puesto no pide estudios superiores o las empresas falsean la categoría laboral para pagar un sueldo inferior.

Por sexos, la mujer es la que más obstáculos debe sortear para acceder a un empleo digno. Dos de cada tres contratos formalizados a tiempo parcial en 2005 (fueron 111.101) correspondieron a mujeres. En la mayoría de los casos, el puesto no fue escogido libremente, sino que resultó ser la única alternativa al paro.

Una de las principales consecuencias del aumento de la temporalidad (creció un 7,3% en 2005) es el posible estancamiento del sistema de producción aragonés.  El sector de la industria, uno de los que más peso tiene en la economía, registró el año pasado un 0,98% menos de contratación que en 2004.

Joven, peón y eventual

El perfil de la persona contratada en Aragón corresponde a un joven de 18 a 24 años (en esta franja de edad están el 30% de los contratos), que trabaja en el sector de servicios y tiene pocas posibilidades de progresar en su puesto laboral.

Dispone de un contrato eventual y tiene un 18% de posibilidades de conseguir una prórroga. Sin embargo, el 53% de las prolongaciones de contrato duran menos de tres meses.

Sólo en el 5% de los empleos, el contrato se convierte en indefinido. En el caso de las mujeres, la ocupación mayoritaria se enmarca en el sector de la limpieza.

Los contratos a extranjeros crecen un 44% gracias a la regularización

Dos de cada diez contratos formalizados el año pasado en la comunidad correspondieron a extranjeros. En total, se hicieron en Aragón 103.268 cláusulas contractuales a inmigrantes, un 44% más que en 2004. Este incremento se debe principalmente al proceso de regularización laboral que se realizó el año pasado e influye también en el incremento de la temporalidad en la comunidad. Sólo en mayo y junio se superaron ampliamente las 12.000 contrataciones a trabajadores extranjeros. Sin embargo, la gran mayoría de los contratos hechos en este sector de la población fueron temporales, lo que provocó que muchos de ellos acabaran engrosando las filas del paro en pocos meses. En septiembre de 2005 eran ya el 13% de los desempleados. En Aragón, la población inmigrante supone ya casi el 8% de la población total.

Menos trabajadoras. Aún más hombres

Casi el 55% de los contratos realizados el año pasado fueron para hombres y el resto para mujeres. La diferencia aumenta en un 2% con respecto a 2004, algo que no sucedía desde hace años.

Por sectores. El 70%, a servicios

La mayoría de los contratos se producen en el sector servicios (el 70%), seguido de la construcción (12%), la industria (10%) y la agricultura (7%). Este último es el que mayor temporalidad acumula: un 54%.

Aumentan un 877%. Fuerzas armadas

El grupo de las fuerzas armadas fue el que más incremento de contratos registró en 2005, con un 877% más que el año anterior. Eso sí, en la comunidad sólo se formalizaron 215 contratos.

Deberían ser el 2%. Discapacitados

Los contratos indefinidos a personas discapacitadas crecieron el año pasado un 8,8%. Los temporales, casi un 17%. Sin embargo, sólo representan el 0,18% del total. La ley estipula que deberían situarse en el 2%.

30.000 contratos más se firmaron el año pasado con respecto a 2004, lo que equivale a un 7,3% de incremento.