El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, ha asegurado que el dragado del canal de navegación del río Guadalquivir hasta los ocho metros de profundidad se hará de manera sostenible y en función del informe científico encargado para decidir sobre el proyecto del Puerto de Sevilla.

En declaraciones a los periodistas, el consejero ha respondido así tras conocerse que dicho estudio apunta que el dragado afectaría negativamente a "la dinámica, la morfología y la biodiversidad" del estuario, que engloba al Parque Nacional de Doñana.

Al respecto, ha añadido que "cualquier actividad en un río de esas características, como un dragado, tiene lógicamente una afección al medio ambiente, pero hay que procurar que sea positiva o, en cualquier caso, evitar un impacto negativo".

Para el consejero, "el informe se convierte en una herramienta valiosísima para la conservación de Doñana", ya que se trata de un documento "muy cualificado donde se analiza en profundidad el estuario del río Guadalquivir", lo que significa que está perfectamente diagnosticado y eso al Ministerio y la Junta de Andalucía le tiene que obligar y comprometer en un trabajo constante y diario para que, a partir de esos datos, se puedan tomar las medidas adecuadas".

Asimismo, Díaz Trillo ha apuntado que "de esa necesidad que hay de dragar el río, hay que hacerlo de manera sostenible y medioambientalmente bondadosa para mejorar las condiciones del entorno privilegiado de Doñana".

El documento, de más de 1.000 páginas, no pretende resolver si es viable o no la ampliación del canal desde los 6,5 metros actuales a los ocho, sino servir de base a la comisión Doñana 2005. Según señala 'El País', el texto destaca que la presión sobre el estuario ya es excesiva, ya que las máximas demandas de agua son incompatibles entre sí y con el mantenimiento del estuario. Pero añade que el dragado del río empeoraría la situación: "La dinámica mareal no es capaz de mantener el calado menos seis, por lo que tendrá menos capacidad de hacerlo con el menos ocho y será necesario realizar labores de mantenimiento".

El dragado no es la única amenaza, sino que "una ampliación de la superficie del arrozal conlleva el incremento de la demanda de agua dulce, lo cual, si se extrae del caudal circulante por el estuario, reduce aún más la biodiversidad del sistema", concluye el texto, que entre los planes propuestos sólo considera positiva "la reinundación de llanos mareales en el entorno del parque natural".