Las intensas lluvias registradas durante la noche del lunes y toda la jornada del martes en el interior de Castellón han provocado desprendimientos de tierra en las carreteras de esa zona, donde se han superado de manera generalizada los 50 litros por metro cuadrado.

En concreto, las lluvias produjeron pequeños desprendimientos de piedras y tierra en las carreteras de montaña de la Tinença de Benifassà y en la comarca de Els Ports.

No obstante, aunque los conductores se han visto obligados a extremar las precauciones al volante, esos desprendimientos no han requerido el corte de la circulación en ninguna de las vías afectadas por estas incidencias.

Según la red Meteoclimatic, a las 17 horas, Vinaròs había concentrado la mayor parte de las precipitaciones, con más de 100 litros por metro cuadrado, mientras que, en Benicarló y en Peñíscola, se han superado los 63 litros por metro cuadrado.

En el interior, Catí fue una de las localidades con mayor cantidad de agua acumulada, con más de 70 litros por metro cuadrado, una cifra similar a la recogida en municipios del Maestrat.

Además, la intensidad de las precipitaciones ha propiciado que las ramblas y ríos de la zona viesen incrementado su caudal, hasta alcanzar un nivel considerable en Forcall, en la confluencia de los ríos Bergantes, Cantavieja y Calders.

La provincia de Castellón ha aglutinado el grueso de las precipitaciones registradas durante buena parte de este martes, especialmente por la tarde.

Igualmente, la fuerte lluvia del lunes motivó que la mayor parte de los turistas que se habían decantado por el interior de Castellón adelantara el regreso a casa, lo que dificultó la circulación en la conexión de la CV-15 con la autovía CV-10, a la altura de la Pobla Tornesa.

Además, la lluvia complicó la circulación en algunos tramos, tanto por su intensidad como por la acumulación de agua en algunos puntos del vial.