La falta de profesores en los ciclos formativos (FP) no sólo devalúa la calidad de esta enseñanza, también eleva el riesgo de accidentes en las prácticas, elemento fundamental de esta oferta educativa. Ayer, varios sindicatos alertaron de este peligro por la masificación de las aulas, que se ha hecho patente ya en Elche, donde una alumna sufrió quemaduras en un experimento con tubos de ensayo.

«En algunos talleres, como el de mecánica, no se pueden tener 40 alumnos, con el peligro por el manejo de maquinaría, herramientas», subrayó ayer un representante del sindicato Stepv, que arropó junto a CSI-F una manifestación de profesores y alumnos frente a la Delegación Territorial de la Conselleria de Educación en Alicante.

Un millar de vacantes

Como en estas asignaturas de la metalurgia, también resulta imprudente –a su juicio– suprimir el llamado «desdoble» de clases, lo que conlleva juntar dos grupos en uno, en otras muchas materias de los ciclos formativos (FP).

Automóvil, electricidad, carpintería, tecnología, farmacia... se aprenden en talleres o laboratorios equipados con herramientas y sustancias químicas que aconsejan una ratio baja, según advirtió Pep Coll (Stepv), de Elche, donde 900 estudiantes se han quedado fuera.

«Algunos alumnos cambian de ciclo o se quedan en casa», corrobora Manuel Serrano, de este mismo sindicato, que evalúa en un millar los docentes que no trabajan este curso en la provincia de Alicante en comparación con el año pasado.

No obstante, desde la Conselleria de Educación, el arranque de este año académico se ha considerado como el de la mayor inversión de toda la historia.