El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha admitido este sábado en Ciudad Real que es probable que no haya estado "acertado", al advertir que el PSOE debe cambiar de rumbo y abogar por la limitación de mandatos, por "la utilización que están haciendo los adversarios".

Barreda ha reconocido en su intervención en el Comité Provincial del PSOE de Ciudad Real, que ha podido equivocarse en las declaraciones que ha hecho en los últimos días en relación con el Partido Socialista y con las elecciones. Ha señalado que "ayer recordaba que siempre espero de mis asesores que me digan lo que piensan y me digan la verdad, pues bien me han dicho que el otro día no estuve acertado y a la vista de la utilización que están haciendo algunos, sobre todo los adversarios, probablemente lleven razón".

El pasado jueves Barreda advirtió en unas declaraciones a Onda Cero, que o el PSOE "cambia de rumbo y toma medidas contundentes" o su partido acabará en el "camino" al que se dirige, que es una "catástrofe electoral". Estas palabras generaron una serie de reacciones tanto de dirigentes del PSOE y del PP, a pesar de lo cual Barreda mantuvo el viernes su opinión en unas declaraciones que hizo en Toledo, donde afirmó que para él "el concepto de lealtad consiste en decir lo que se piensa, en decir la verdad".

Aclaró que "lo que ayer dije de forma muy clara es que la resignación no cabe y que hay margen para la reacción y no podemos estar cruzados de brazos". Asimismo, defendió la limitación de mandatos como "algo conveniente, saludable y razonable" y añadió que eso es "aplicable a Felipe González si fuera él el presidente, a Aznar, a Rodríguez Zapatero, a Suárez, o al que sea mañana o pasado mañana".

En este sentido, en su intervención ante el Comité Provincial del PSOE de Ciudad Real, Barreda ha manifestado: "quiero que se sepa que el presidente del Gobierno cuenta con mi apoyo y con mi afecto" y ha aseverado que "yo estoy en este barco y además dispuesto a remar como el primero".

"No hay un movimiento sísmico"

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado este sábado que la mayoría de los dirigentes socialistas no comparte las críticas del presidente de Castilla-La Mancha a la política de José Luis Rodríguez Zapatero, y ha subrayado en el PSOE "no hay un movimiento sísmico".

Durante una entrevista en Onda Cero, la vicepresidenta ha querido zanjar el revuelo despertado ayer a raíz de las declaraciones de José María Barreda, quien avisó de la necesidad de que el Gobierno cambie de rumbo para evitar una catástrofe electoral en el PSOE, y también se mostró partidario de la limitación de los mandatos de los presidentes.

"No hay un movimiento sísmico en el PSOE", ha dicho, ni a raíz de las palabras de Barreda ni tampoco por la derrota de Trinidad Jiménez en las primarias socialistas en Madrid, pese a ser la candidata que apoyaban Zapatero y la dirección federal del partido. Respecto a Barreda, la vicepresidenta ha asegurado que lo que dijo es una opinión personal respetable, pero ha garantizado que "el resto de líderes socialistas", y ella misma, discrepan de sus palabras.

"Las reformas son el cambio"

El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco en declaraciones a EFE, ha replicado al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que "las reformas" son el "golpe de timón" que demanda al Gobierno.

Considera como "exagerado" que se hable de rebelión por parte de algunos barones del PSOE, si bien ha observado que se está viviendo en España y en el resto del mundo "una crisis económica muy dura y muy difícil, que exige medidas y reformas que también son duras y difíciles".

Blanco ha sostenido la necesidad de las reformas y ha retomado lo dicho por el presidente Zapatero, cuando afirmó que "antepone el éxito de España a su éxito personal, y que las va tomar le cuesten lo que le cuesten". Las medidas tomadas son "imprescindibles", según el ministro de Fomento, porque "que nadie se equivoque: Si no se toman no habrá recuperación económica, no volveremos a crear empleo y pondremos en dificultad el estado de bienestar".

"Improcedentes y poco afortunadas"

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha calificado de "improcedentes" y "poco afortunadas" las declaraciones del responsable de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y ha defendido el liderazgo del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero: "dentro no sólo del Gobierno, sino también del PSOE, todos tenemos claro que no solamente es el presidente del Gobierno, sino que es el único candidato posible".

Jiménez respondía así a las afirmaciones del presidente de Castilla-La Mancha acerca de que si no hay "un cambio de rumbo", el PSOE se dirige a "una catástrofe electoral".

"En nuestro partido estamos aglutinados en torno a Rodríguez Zapatero, que es el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, y, por tanto, es absolutamente improcedente lanzar ese tipo de mensajes y hacer ese tipo de declaraciones", ha manifestado a los periodistas la ministra.