Durante la presentación de su libro 'Con Velas Timón y Brújula', un recopilatorio de sus principales discursos como mandatario del país centroamericano editado por el Centro Extremeño de Estudios y Cooperación (Cexeci), Arias no mostró sorpresa alguna tras conocer la inmediata condena de Pekín a la designación de Liu como premio Nobel de la Paz 2010. "No es de extrañar. Ciertamente, como disidente, (Liu) es una piedra en el zapato", opinó.
Arias, premiado en 1987 por sus esfuerzos de paz en América Latina durante los violentos conflictos armados regionales de la década de los 80, pidió además tiempo para valorar los efectos del Nobel de la Paz concedido el año pasado al presidente estadounidense Barack Obama.
Su designación fue, en opinión de Arias, una apuesta del comité noruego para incentivar la labor del mandatario norteamericano "en su búsqueda de la paz con el mundo islámico y por el multilateralismo abandonado" durante la era Bush.
Un año después de la concesión del Nobel a Obama, Arias espera que "el tiempo dé la razón" al Comité y que el presidente estadounidense "haga valer sus promesas".
En última instancia, Arias dedicó unas breves palabras para abordar con escepticismo la evolución de la actual situación de conflicto en Colombia, en el contexto de la muerte del comandante en jefe de las operaciones militares de las FARC, el Mono Jojoy, cuyo fallecimiento a manos del Ejército el pasado 22 de septiembre "poco podrá hacer para poner fin una guerra inútil".
A juicio de Arias, y a pesar de la buena voluntad de algunas de las partes para alcanzar la paz, el país "todavía no está preparado". "No hay justificación", argumentó, "para que siga la lucha armada".
La consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura, Manuela Holgado, ha asistido en Madrid a la presentación del libro de Óscar Arias.
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