Las lenguas 'minoritarias' buscan su sitio

  • El parlamento catalán ha declarado lengua oficial en Cataluña al occitano, denominado aranés en el Val d'Aran.
  • Otras lenguas como el asturiano, protegidas internacionalmente y en sus estatutos de autonomía, esperan también su reconocimiento.
  • Lee completo el texto de la Ley del occitano.
Carteles municipales en la ciudad de Gijón en lengua Asturiana.
Carteles municipales en la ciudad de Gijón en lengua Asturiana.
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Carteles municipales en la ciudad de Gijón en lengua Asturiana.

Yo hablo aranés. Jo parlo aranès. Jo parli aranés. Unas 5.000 personas en Cataluña ya pueden pronunciar esta frase, oficialmente, en tres lenguas. El pasado 22 de septiembre el Parlament declaró el "uso preferente" de esta variante del occitano en la comarca del Val d'Aran.

¿Se parecen mucho el aranés y el catalán? "Las dos tienen un tronco común, las lenguas románicas", explica a 20minutos.es Álex Moga, concejal de Convergència Democràtica Aranesa en el ayuntamiento de la localidad de Vielha e Mijaran (Lleida); pero con el paso del tiempo, de ser una lengua "muy culta en la Edad Media, que hablaban los trovadores" y estar muy mermada, el aranés ha pasado a experimentar un fuerte "mestizaje". En el día a día, ambas tienen similitudes, pero en un "nivel académico", hay bastantes diferencias. Ahora, por mandato legal, ya son iguales.Carteles escritos en aranés.

"Somos un puente con Occitania y Francia dentro de la Europa de los pueblos, estamos en el epicentro de la reflexión cultural, científica y lingüística". El edil señala la importancia del inminente "desarrollo cuantitativo, cualitativo y económico" de toda la zona, que podría traducirse en medidas concretas como la creación de un centro de traducción, una televisión propia, etc., ya que los medios de comunicación y la enseñanza, entre otras parcelas, van a tener un papel crucial en la aplicación de la norma.

En el Valle están más que contentos con la iniciativa, que no hace sino desarrollar lo descrito en el Estatut. A partir de ahora si llamamos por teléfono a cualquiera de las administraciones de la acotada zona pirenaica y pedimos que nos hablen en aranés, tendrán que hacerlo; los registros notariales estarán redactados en dicha lengua; y así sucesivamente. Allí se habla, sobre todo, castellano por la influencia de la inmigración, procedente tanto del resto de España como de otros países, aunque el uso del aranés es alto y supera al del catalán.

"Un hito histórico"

La norma que califica al occitano como tercera lengua oficial en Cataluña se lleva gestando, en la práctica, seis o siete meses. Su relatora y diputada de ERC, Maria Àngels Cabasés, habla de "hito histórico". El trámite se desarrolló de la siguiente manera: la proposición de ley partió de una consejería del tripartito -aunque, como ocurrió con los toros, podría haberse puesto en marcha a través de una iniciativa popular-, se trasladó al parlamento, hubo un debate, se constituyó la ponencia -con un miembro por partido- y se eligió la figura del relator.

Fueron consultadas, además, diversas autoridades lingüísticas y gente representativa del territorio para, posteriormente, salir adelante con los votos a favor de CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA (117); PP y Ciutadans, que suman 17, la rechazaron. Ha quedado patente, según Cabasés, "el talante catalán de defensa de las minorías", aunque, matiza, los que hablan el occitano no lo son, ya que suman "tres millones, porque también se habla en el sur de Francia y en Italia", países que han aplaudido la iniciativa. Ha costado porque se trata de un tema "sensible", no en vano el aranés es una de las lenguas que la UNESCO tiene en su lista mundial de en peligro.

Veinte especialistas, coordinados por el lingüista Christopher Moseley, actualizan y elaboran el Atlas Interactivo de las Lenguas en Peligro en el Mundo basándose en datos como el número de hablantes, si el sistema educativo lo tiene integrado o no, si la transmisión generacional está asegurada, etc. Ahora mismo en España hay cuatro lenguas en situación delicada aunque, digamos, con carácter leve: son el euskera –'vulnerable'-; y el occitano o gascón, el aragonés y el astur leonés –'en peligro'-. El baremo de grados va desde el 'a salvo' hasta el 'extinta'.

En total, hay 6.700 lenguas en peligro en el mundo, y una declaración de oficialidad "contribuye a su salvaguardia y su supervivencia", según Lucía Iglesias, funcionaria del organismo de las Naciones Unidas, que explica que para la UNESCO tanto el uso de una lengua en el espacio público y privado como las actitudes políticas a nivel gubernamental e institucional son "factores de vitalidad". Por su parte, el Consejo de Europa cuenta con la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales –ratificada por España en 2001-, que protege a las lenguas reconocidas como oficiales en los estatutos de autonomía y las que éstos amparan.

Un paso lógico, un derecho

Desde otras comunidades, como el Principado de Asturias, se contempla la ley aprobada como un "ejemplo a seguir": el bable y otras tantas hablas esperan algún día obtener el mismo reconocimiento que el aranés, político y general.

Declarar la oficialidad de cualquiera de estas lenguas debería ser, según Xosé Antón González Riaño, miembro de la Academia de la Llingua Asturiana, un "paso lógico". Él no es partidario de buscar "procesos extraordinarios", sino de poner en marcha los mecanismos jurídicos, tal y como se ha hecho en Cataluña -"es un lujo democrático"-, con la base legal actual y teniendo en cuenta, entre otras cosas, la presencia en la literatura o los medios de comunicación. Podría pasar, algún día, con el asturiano si la clase política se muestra "atenta a los derechos de los ciudadanos", y el hecho de que otros lo hayan hecho es un "estímulo" en toda regla.

Se dan, en opinión del lingüista, las condiciones "sociales y de consenso" para establecer una oficialidad que no fuera "traumática" después de décadas en una situación no homologable a la de otras comunidades, de "cuasioficialidad". Según los estudios de Francisco José Llera Ramo (Euskobarómetro), una tercera parte amplia de la población -unas 350.000 personas- del Principado habla bable, que además está protegido a nivel internacional "por organismos privados y también por los dependientes de la ONU". Para González, el asturiano tiene todas las papeletas para desaparecer, de ahí la urgencia: "Las medidas no se pueden demorar más".

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*Foto 'Carteles en aranés', de Wikimedia Commons.

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