Carlos Pauner, tras conquistar el Manaslu, su décimo 'ochomil': "Todo ha salido redondo"

El alpinista español Carlos Pauner regresó con éxito de su última expedición por la cumbre del Himalaya donde conquistó la cima del Manaslu (8.163 metros) y alcanzó su décima cumbre de más de ocho mil metros acercándose a tener los 14 'ochomiles', tras superar problemas con el clima para llegar a lo más alto de esta montaña en su segundo intento.

El alpinista español Carlos Pauner regresó con éxito de su última expedición por la cumbre del Himalaya donde conquistó la cima del Manaslu (8.163 metros) y alcanzó su décima cumbre de más de ocho mil metros acercándose a tener los 14 'ochomiles', tras superar problemas con el clima para llegar a lo más alto de esta montaña en su segundo intento.

"Estoy contento, porque por una vez todo ha salido redondo, no ha habido ningún accidente importancia, se vuelve con la cima y en un tiempo relativamente corto y bien. Por una vez ha salido todo bien según lo planeado", aseguró el himalayista español tras su llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas.

Pauner comentó que el inicio de la expedición fue complicado, debido al mal clima que obligó a mantenerse en el campo base por más tiempo del esperado ya que "el tiempo fue muy malo, llovía en el campo base, nevaba en altura" por lo que estuvieron varios días en el campamento base "sin hacer nada".

"Luego vino un tiempo bastante más seco, y todo se precipitó, porque los partes meteorológicos estaban ya dando vientos muy fuertes. Pasamos de no estar haciendo nada en el campo base a tener que hacerlo todo en una semana", pero afortunadamente para él y su compañero de expedición Carlos Soria, las cosas se dieron bien a pesar de que la última noche antes de alcanzar la cima hubo nuevos inconvenientes con el clima.

"El día de cima, la noche fue muy mala, en el campo cuatro hizo un viento terrorífico que nos hizo pensar que nos tendríamos que bajar otra vez, pero luego salimos con mucho viento por la mañana, conforme avanzando el día fue mejorando el viento e hicimos cima entre las 12 y la 1 del medio día", comentó el montañero aragonés, quien el año pasado se quedó a 60 metros de alcanzar la cumbre en la misma montaña.

Debido a esto, éste fue un triunfo personal, ya que Pauner tenía "la espina clavada", y aunque "como el año pasado, hacía viento", estaba determinado a alcanzar la cumbre "como sea", y al final se dio cuenta que "estaba a tan solo 30 metros de la cima, así que ha sido otra expedición entera para cubrir esos 30 minutos", pero lo importante es haber alcanzado su objetivo.

Además de que por las buenas condiciones al momento de llegar a la cumbre pudo "disfrutar la cima", y el poder estar ahí apreciando las vistas del Annapurna y el Dhaulagiri "ha sido un premio" según aseguró el aragonés que concluyó así "el mejor año que podría haber soñado", tras poder sumar a su lista de cumbres el Annapurna y el Manaslu en una temporada, pero sin olvidar de los aspectos negativos.

"Lamentar lógicamente en el Annapurna la muerte de Tolo Calafat, pero deportivamente hablando y quitando ese hecho luctuoso, la verdad que un año redondo", y después de esto el montañero asegura que "ahora toca descansar y pensar en el año siguiente".

Su próxima expedición espera será en primavera "probablemente el Lhotse", buscando alcanzar un 'ochomil' más y así acercarse a la meta de los 14 'ochomiles', entre los cuales ya ha intentado tres de los cuatro que le faltan, pero dejará para el final el mayor reto de ellos, la cima del mundo, el Everest.

"Lo más duro sin duda el Everest sin oxígeno, porque es una prueba muy dura, estamos muy acostumbrados a que la gente diga he subido al Everest, hay más de 4000 ascensiones pero son todas con oxígeno, sin oxígeno solo han subido 40 ó 50 personas, entonces es una prueba muy difícil que he intentado en dos ocasiones, en 2000 y 2005", aseguró Pauner, que hoy mismo llegará a Zaragoza donde será recibido por su familia, amigos y las autoridades del gobierno de Aragón.

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