La empresa propietaria de la represa no se responsabiliza del vertido en Hungría

Trabajadores con excavadoras limpian de 'barro rojo' una calle de Kolontar, a unos 167 kilómetros al sureste de Budapest.
Trabajadores con excavadoras limpian de 'barro rojo' una calle de Kolontar, a unos 167 kilómetros al sureste de Budapest.
Lajos Nagy / EFE
Trabajadores con excavadoras limpian de 'barro rojo' una calle de Kolontar, a unos 167 kilómetros al sureste de Budapest.

La empresa de aluminio húngara MAL, propietaria de la represa de una sustancia tóxica que sufrió el pasado lunes una rotura, causando una catástrofe medioambiental en el oeste de Hungría, asegura que no pudo prever el accidente, ni hacer nada para evitarlo.

En un comunicado colgado este viernes en la página web de la empresa, la compañía de aluminio asegura que "hasta el momento no se han podido precisar cuáles fueron las causas de la catástrofe", que ha causado la muerte de cinco personas y ha herido a unas 150.

La compañía señala que el 'barro rojo', un residuo de la producción de aluminio, "no es calificado como residuo peligroso según los estándares de la Unión Europea (UE)". Además, destaca que según las imágenes aéreas, el 98% del "barro rojo" sigue dentro de la balsa.

La dirección de la empresa reiteró que lo sucedido no fue un error suyo y ofrece 30 millones de florines (unos 110.000 euros) como ayuda urgente a los habitantes de las localidades afectadas, por el vertido del barro tóxico.

MAL asegura además que ha iniciado las obras para reconstruir el dique y realizará otras para evitar nuevas roturas. Por otra parte, propone la formación de un comité internacional para aclarar los detalles del accidente.

Hundría pide ayuda a la UE

Por su parte Hungría ha activado el mecanismo europeo de protección civil y ha pedido ayuda técnica para hacer frente a la contaminación. Hungría ha solicitado "asistencia internacional urgente", según informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado difundido a última hora de la tarde del jueves.

Las autoridades húngaras han identificado una necesidad inmediata de 3 ó 5 expertos con experiencia sobre el terreno en la gestión de vertidos tóxicos, limpieza y reducción del impacto medio ambiental.

El Centro de Control e Información (conocido como MIC) ha estado en contacto estrecho con las autoridades húngaras desde el lunes para seguir la evolución de la situación y estar lista para reaccionar con rapidez en caso de que Budapest solicitase ayuda.

Tras la petición oficial de ayuda, el MIC se ha puesto en contacto con los 31 países que participan en este mecanismos y espera recibir ofertas de ayuda en breve, según un comunicado de la CE.

"Desastres como este no se detienen en las fronteras nacionales", afirmó la comisaria europea de Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva, después de recibir la petición de Hungría.

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