La población de la Comunidad decrecerá un 1,9% hasta 2020 frente al crecimiento del 1,4% de la última década

La región es la tercera comunidad en pérdida de habitantes, según la estadística del INE

La población de Castilla y León puede decrecer un 1,9 por ciento hasta 2020 si se mantiene las tendencias demográficas actuales, frente al crecimiento del 1,41 por ciento registrado en la última década, según se desprende de la encuesta 'Proyección de la Población de España a corto plazo 2010-2020', del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con este dato, la región se sitúa como la tercera Comunidad Autónoma que más habitantes pierda por detrás de Principado de Asturias (-3,2 por ciento) y País Vasco (-2,0 por ciento). Le sigue Galicia (-1,6 por ciento) y La Rioja (-1,3 por ciento).

Así, hasta el año 2020, la población de Castilla y León decrecería en 46.861 personas, lo que supone un -1,9 por ciento, mientras que en la última década ha crecido en 34.856 personas, lo que supone el 1,41 por ciento.

A nivel nacional, la población española puede crecer hasta un 2,7 por ciento hasta 2020 si se mantiene las tendencias demográficas actuales, frente al 14,8 por ciento de la última década, de forma que se mantendría una tasa anual de crecimiento demográfico en los próximos años con niveles inferiores al 0,35 por ciento y en ligera tendencia decreciente.

Después de unos años de elevado crecimiento demográfico, España alcanzaría poco más de 47 millones de habitantes en el año 2020, en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales. Con ello, en el periodo 2010-2019 la población residente crecería en 1,2 millones (un 2,7 por ciento), frente a los 5,9 millones de incremento (14,8%) en la primera década del siglo XXI.

En promedio anual, el crecimiento demográfico sería de 124.591 habitantes, muy inferior a los 593.931 de la pasada década. Así, España habría abierto en 2009 un periodo de continuo decrecimiento del número de nacimientos, tras el máximo de 518.503 alcanzado en 2008 (cifra no observada desde 1981).

Comunidades autónomas.

La reducción del flujo inmigratorio procedente del extranjero y el propio envejecimiento poblacional reduce el potencial de crecimiento demográfico en todas las regiones de España.

De hecho, la prolongación de las tendencias demográficas actualmente observadas a los próximos diez años conllevaría que se registraran decrecimientos poblacionales en cinco comunidades autónomas: Principado de Asturias (-3,2 por ciento), País Vasco (-2,0 por ciento), Castilla y León (-1,9 por ciento), Galicia (-1,6 por ciento) y La Rioja (-1,3 por ciento).

En la gran mayoría de ellas el número de nacimientos se vería claramente superado por el de defunciones. De hecho, en siete comunidades autónomas el saldo vegetativo del periodo 2010-2019 sería negativo, destacando los casos de Galicia (-108.211), Castilla y León (-92.933) y Principado de Asturias (-57.244).

En el lado opuesto se situarían Castilla-La Mancha (6,4 por ciento), Illes Balears (6,4 por ciento), Murcia (6 por ciento), la Comunidad Foral de Navarra (5,5 por ciento), Comunidad de Madrid (5,4 por ciento) y Andalucía (5 por ciento), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con crecimientos poblacionales superiores al cinco por ciento en todas ellas.

En lo que se refiere al componente migratorio, de mantenerse los niveles actuales, la migración exterior tendrá una contribución al crecimiento demográfico de cada comunidad autónoma muy inferior a la registrada en años pasados.

De hecho, en el global del periodo 2010-2019 las comunidades autónomas de Cataluña, País Vasco y La Rioja presentarían un saldo exterior negativo. En los últimos años se ha observado un cambio destacado en la tendencia de los saldos migratorios interprovinciales.

Según el INE, especialmente significativos son los casos de Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Canarias. Los resultados de la proyección reflejan esta tendencia.

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