En la actualidad no hay ningún agresor en la región  al que una sentencia judicial le obligue a llevar este dispositivo, pese a que sólo en el primer semestre de 2005 los jueces de la región dictaron 1.608 órdenes de alejamiento, para las que podría prescribirse este nuevo aparato.

Los jueces alegan que existen una serie de «dudas» sobre la aplicación práctica de los brazaletes. Esas cuestiones se plantearon en una reunión que se llevó a cabo en diciembre con la Consejería de Justicia e  Interior.

Desde entonces, están a la espera de que el Gobierno regional resuelva esos interrogantes y que se ponga en marcha un protocolo de actuación, inexistente hasta ahora, en el que se especifiquen asuntos como quién instala los dispositivos; cuándo se emite la sentencia, si debe esperar el acusado en el juzgado a que alguien lo lleve a su casa para instalar el equipo; o qué pasa si se descarga o se estropea.

Desde Interior afirman que los cien brazaletes están a disposición de los magistrados y que son éstos los que tienen la potestad de ordenar su utilización. Además, aseguran que la empresa fabricante dispone de técnicos para instalar los aparatos. Ya existe, añaden, un centro de control gestionado por la Cruz Roja. Los jueces desconocen esta versión.

Sistema pionero

Los brazaletes, un sistema pionero, emiten una señal en el receptor que lleva la mujer maltratada cuando el maltratador se acerca más de lo permitido por la orden de alejamiento. Para Maribel Manzano, portavoz del PSOE en la Comisión de Mujer, su puesta en marcha «ya es una cuestión de fe». Y añade: «Vamos a exigir por enésima vez al PP que no frivolice con este asunto».

Tres anuncios

Abril 2004: Esperanza Aguirre anuncia que los brazaletes empezarán a colocarse en octubre.

Octubre 2004: La puesta en marcha se retrasa 4 meses, hasta febrero.

Abril 2005: EL consejero de Justicia, Alfredo Prada, asegura que funcionarán en septiembre u octubre.