Peritos dicen que el parricida de Los Pajaritos cometió el crimen movido por un miedo "insuperable"

El fiscal pide finalmente para el acusado 14 años y seis meses de cárcel, petición a la que se adhiere la defensa

Dos peritos judiciales han confirmado este martes que el joven acusado de asesinar de 44 puñaladas —sólo cinco de ellas profundas— a su padre durante una discusión por dinero mantenida en el bar regentado por éste último en la barriada sevillana de Los Pajaritos sufrió en el momento de los hechos un trastorno mental transitorio guiado "por un miedo insuperable" debido al "maltrato" sufrido a manos de su padre desde que tenía seis o siete años.

La Audiencia Provincial de Sevilla acogió en la mañana de este martes la segunda jornada del juicio con jurado popular contra J.C.P., de 21 años de edad, durante la cual los dos peritos que se entrevistaron con el acusado una vez tuvo lugar el crimen han señalado que "no padece ninguna enfermedad mental", aunque, eso sí, "existió una limitación moderada en su capacidad de querer, conocer y en su voluntad" el día que cometió el crimen.

Ambos peritos, que han argumentado que esta limitación se produjo por "los muchos momentos de violencia, tensión, ira y malestar vividos con el fallecido", han añadido que también se desarrollaron varias entrevistas con el entorno familiar del procesado, como la madre y la hermana, en las cuales estas incidieron "en la agresividad, violencia y maltrato sufridos a manos" de la víctima, "sobre todo cuando bebía".

De esta forma, y tras relatar que el fallecido incluso "obligaba a dormir con él a la hija, acariciándole distintas partes del cuerpo", han aseverado que el encartado, en el momento de los hechos, "sintió un miedo atroz, pues pasaron por su cabeza todas las vivencias anteriores", de manera que "tenía moderadamente alterada su responsabilidad".

Tras ello, el representante del Ministerio Público ha elevado a definitivo su escrito de acusación, en el que solicita para el acusado 14 años y seis meses de cárcel —inicialmente pedía 25 años— por un delito de asesinato en el que concurren las atenuantes de trastorno mental transitorio y de reparación del daño, pues el acusado vendió un piso para pagar una indemnización tanto a su madre como a su hermana. La letrada del procesado se ha adherido al escrito del fiscal.

Lo despertaba a puñetazos

De esta manera, y según han indicado a Europa Press fuentes del caso, el acusado habría sido maltratado desde que tenía 6 o 7 años por el padre, un maltrato que incluía despertarlo a puñetazos. Además, la víctima, que tenía problemas con la bebida, insultaba a la madre e incluso llegó supuestamente a abusar sexualmente de su hermana, con la que se llegó a acostar en la misma cama. Así, la madre denunció al fallecido la noche de Reyes de 2005, pero finalmente decidió retirar esta denuncia.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar sobre las 7,45 horas del día 19 de noviembre de 2009, cuando el procesado, J.C.P., se presentó en el bar 'Ruiseñor' "con la intención de pedirle a su padre 500 euros que, al parecer, le adeudaba".

El fiscal añade que el acusado, "que mantenía malas relaciones con su padre", acudió al establecimiento armado con un cuchillo de cocina de 19,5 centímetros de hoja, que llevaba escondido entre las ropas, y, una vez en el lugar, "como había clientes y al poco llegó su hermana, la conversación fue intrascendente, pero cuando se quedaron a solas discutieron verbalmente llegando a empujarse de manera mutua".

Tras ello, y "como quiera que la bronca era muy tensa", el encartado "arrinconó a su padre en una esquina del bar y, sacando sorpresivamente el cuchillo y con evidente deseo de causarle la muerte por no darle el dinero que le reclamaba", le asestó cinco puñaladas hasta que cayó al suelo, "donde siguió acometiéndole con saña acuchillándole por todo el cuerpo y llegando a producirle 44 heridas inciso-cortantes" que provocaron su fallecimiento por shock hipovolémico.

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