La universalización no equivaldrá siempre a la gratuidad. Se establece que serán gratis el diagnóstico de la discapacidad, la teleasistencia domiciliaria, la atención precoz infantil, los servicios diurnos para discapacitados y la atención a menores en situación de riesgo.
También habrá copago
El proyecto de ley incluye además prestaciones para las que se prevé el copago en función de la renta personal del usuario. A falta de fijar el mínimo de ingresos, Simó apuntó que los beneficiarios podrían asumir un 20% del coste del servicio que requieran. La Conselleria garantiza «el derecho a escoger» un servicio institucionalizado o una ayuda en su casa. Hasta 2008 la inversión para la atención domiciliaria crecerá un 950% y atenderá a 55.000 catalanes.
La ley plantea la creación de la figura del asistente personal para adultos con alta discapacidad. La Conselleria dará ayuda económica al usuario para que contrate legalmente a una persona que le ayude en sus actividades diarias. Actualmente este servicio es «testimonial» y las previsiones de Simó es cubrir las necesidades de 3.900 catalanes. Estos serán algunos de los nuevos 53.000 puestos de trabajo nuevos que se crearán a raiz de esta ley.
Hacer un «traje a medida»
Con la nueva ley, el circuito para ser reconocido posible beneficiario empezará cuando los asistentes sociales de primaria detecten a las personas o familias que requieran de ayuda. No será hasta que la Conselleria de Benestar i Família tenga diagnosticadas las deficiencias o el grado de discapacidad cuando se establezca qué parte pagará el beneficiario y la Administración. Anna Simó ilustró que siempre se dará el servicio que sea como «un traje a medida».
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