Durante la rueda de prensa, la novelista ha indicado que "no encontraba la forma de escribir la historia, de la que incluso eliminó 60 páginas para dejar el esqueleto de la obra". En este punto, ha reconocido que es un libro "más difícil de contar que de escribir, pues no tiene un argumento para contarlo, tampoco es una tesis ideológica o intelectual para exponerla".

Así, ha asegurado que es una obra llena de "emoción contenida y que no se desborda", pues cuando notaba que ésta llegaba a la escritura, se iba a dar un paseo y lo dejaba hasta volver, cuando ya estuviera más fría. En este sentido, ha apuntado que el lector llegará a la emoción "no por lo contado, sino por lo oculto". Además, ha añadido que el lector tendrá que "trabajar un poco y poner de su parte y de sus emociones". No obstante, pese al trabajo de los lectores, ha comentado que le están llegando muchos correos de éstos contándoles sus experiencias personales.

Asimismo, ha confesado que es un trabajo que se presenta con "mucha ambición y expectativas", a la que los lectores están respondiendo, recogiendo el efecto que provoca el libro, lo que le provoca alegría.

'Lo que me queda por vivir' narra la vida Antonia, una joven de 26 años que se ve sola con un niño de cuatro en el cambiante Madrid de los ochenta. Una historia de un viaje interior, el de una mujer que se enfrenta a la juventud y a la maternidad mientras intenta hacerse un lugar en la vida, en una ciudad y en una época de tiempo acelerado, más propicio a la confusión que a la certeza, sobre todo para alguien que ha tenido una experiencia demasiado temprana de la pérdida y de la soledad.

Lindo, Premio Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya', ha señalado que los apuntes autobiográficos de la novela "no son guiños al lector, sino que están utilizados con un fin literario". Así por ejemplo, situar a Antonia en Nueva York tiene su razón en la comodidad para ella, que vive en la ciudad norteamericana largas temporadas.

"voz y visión autobiográfica"

Aunque subraya que no es una autobiografía, Lindo ha reconocido que el tono "intimista" de Antonia, quien se presenta influida por la voz y la visión de la vida en algunos aspectos de la autora. Asimismo, ha resaltado que la narradora y el personaje del niño son los que más parecidos tienen con la realidad. En este punto, ha explicado que "sólo quien ha tenido una relación tan fuerte con un niño, como es la propia escritora, puede crear un personaje con tanta autoridad".

En referencia a los personajes, ha concluido que le gustan los personajes "amorales", es decir, que hacen lo que quieren en el momento, quizás sea "una expresión del deseo", ha confesado Lindo.

Frente a la literatura que intenta realizar una constatación de una generación, ella ha pretendido recoger "cosas pequeñas que certifiquen la época, partiendo más de realismo, como sucede en la literatura estadounidense o canadiense". "En España hay prejuicios con respecto a la ambición de la literatura realista", ha asegurado.

Al hilo de esto, ha explicado que "no ha escrito obras fantásticas, sino más bien obras que presentan los acontecimientos de las personas con vidas normales, seres extraordinarios al mismo tiempo".

Lindo, consciente del sello de Andalucía en su vida, por trabajo, familia o biografía, ha apuntado que tras visitar Sevilla, recorrerá Cádiz, Málaga, Úbeda y Jaén para presentar la obra. Con respecto a la presencia de la tradición en la novela, ha apuntado que "muchas personas por el simple hecho de vivir en el Madrid de los 80 se creían modernos, aunque la tradición y el pueblo familiar estaban presentes".

'Lo que me queda por vivir', que se ha presentado este lunes dentro del Ciclo Letras Capitales del Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía, "nada tiene que ver con la novela social, sino que se trata de un acercamiento intimista".

"lejos de capillas literarias"

En referencia a las generaciones, movimientos y corrientes literarias, la novelista gaditana ha afirmado que "no es dada a los grupos o capillas literarias, aunque no tenga nada en contra, pues considera que es una persona marcada por su carácter, y no tiene que responder ante nadie".

Además, ha confesado que tiene unos gustos literarios que no tienen porque tener nada en común con lo que ella hace, pues cada autor tiene "su sintaxis en la cabeza y el corazón". Así, ha descrito que se escritura presenta "un fraseado corto y sin mucha adjetivación, lejos de largas descripciones y centrada más en los personajes y sus sentimientos".

Así, ha nombrado a Benito Pérez Galdós, Clarín, Proust, Chéjov o Muñoz Molina, pues "una persona suele estar con alguien a quien admira", ha bromeado.