La fiscal pide 17 años de cárcel para el homicida de Chozas de Canales (Toledo) por la brutal muerte

"Pido perdón a la familia. Lo siento. No fue un asesinato. Fue un accidente", manifiesta el acusado

La fiscal adscrita al caso del asesinato perpetrado en julio de 2009 en Chozas de Canales (Toledo) ha solicitado una condena de 17 años de cárcel para el portugués Joao Fernando C.M. por un delito de homicidio cometido contra su pareja sentimental, quien recibió "una brutal" paliza, al ser golpeada en repetidas ocasiones con un jarro de cristal que le seccionó la yugular y la arteria carótida, muriendo desangrada.

El jurado popular que juzga los hechos ha escuchado los informes de la fiscal, de las acusaciones y de la defensa del acusado. Las acusaciones particulares y popular han reclamado que se le condene a 28 años por un delito de asesinato, lesiones y quebrantamiento de condena, puesto que sobre el procesado pesaba una orden de alejamiento respecto a la fallecida por un episodio de malos tratos anterior.

Por su parte, la defensa del procesado ha solicitado al tribunal que se le condene por un homicidio imprudente al no tener intención de matar a su pareja, con las atenuantes de confesión, así como la de arrebato, obcecación u otro estado pasional al alegar éste que se defendió de los golpes que le propinó su novia. "Fue una fatalidad. Fue un terrible accidente. Mi cliente no tenía intención de asesinar a su pareja", ha recalcado la letrada, quien ha asegurado que su patrocinado "no es tan mala persona como le pintan".

En su turno de última palabra, Joao Fernando C.M. ha aprovechado para pedir perdón a la familia de la víctima, dirigiendo su mirada al padre y a la hermana de la fallecida. "Pido perdón a la familia. Lo siento. No fue un asesinato. Fue un accidente. No intenté matar a mi mujer. Por mucho que me condenen, el dolor me va a durar toda la vida. Es lo que hace que no pueda dormir, que me levante chillando por las noches", ha manifestado el procesado, quien ha subrayado que quería a la víctima.

Argumentos de la fiscal

En la exposición del informe de sus conclusiones, la fiscal ha destacado la brutalidad con la que se produjo la agresión, ya que la mujer recibió al menos 3 ó 4 golpes, según la prueba forense conforme a las salpicaduras de la sangre a diferentes niveles. De hecho, la menor que presenció el crimen, de 5 años, relató en su declaración que su padrastro golpeó en cinco ocasiones a su madre.

"La víctima murió delante de su hija, quien trató de auxiliar a su madre. La niña resultó herida con hematomas de ocho centímetros causados por un golpe directo", ha indicado la fiscal, al tiempo que ha reseñado que no se trató de un accidente, sino de un homicidio porque "el golpe se realizó para matarla".

Confesión sesgada

Asimismo, la representante del Ministerio Fiscal se opuso a apreciar la atenuante de confesión, puesto que el procesado mintió cuando relató lo sucedido a la Policía. Poco después de cometer el crimen, el hombre manifestó a un policía municipal que había tenido una discusión con su mujer y que ésta le había intentado atacar con un cuchillo de cocina.

Según el fiscal, los hechos se produjeron durante una pelea, en cuyo transcurso el acusado golpeó en repetidas ocasiones a la mujer con un jarro de cristal, con el que le seccionó la yugular y la artería carótida. La hija de la menor, que se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico, trató de socorrer sin éxito a su madre, taponando las heridas, que finalmente le ocasionaron la muerte por un shock hipovolémico.

Tras quedar visto para sentencia, el tribunal ha entregado al jurado popular el objeto del veredicto para que se pronuncien sobre las circunstancias en las que se produjo el crimen, así sobre la culpabilidad o inocencia del encausado.

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