El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, ha ratificado este lunes que los miembros de su grupo irán a la huelga general del próximo miércoles, 29 de septiembre, al entender que ese día toca ejercer su función "en la calle" para escuchar "a la mayoría social" y no en el Parlamento de Galicia.

En rueda de prensa, ha destacado que esta huelga es "curiosa" ya que parece que se "pide perdón por convocarla" y se ha referido al "diálogo" que el presidente estatal, José Luis Rodríguez Zapatero, ha garantizado a los sindicatos tras el 29-S. "¿Qué diálogo?", se ha preguntado, tras recordar que Zapatero "aseguró en Wall Street que la reforma laboral no tiene marcha atrás".

"Hay dos varas de medir", ha denunciado Aymerich, antes de resaltar que sólo hay diálogo, tanto en el caso del Gobierno central como de la Xunta, con los "causantes" de la crisis, cuyos "deseos son órdenes". A modo de ejemplo, ha aludido a la reforma de la Ley de Cajas gallega para "garantizar la permanencia" de sus dirigentes.

En este escenario, se ha refirmado en que los nacionalistas irán a una huelga convocada contra las políticas económicas de Zapatero que "sigue y amplía" el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo. Como argumento, ha aludido a los "ajustes" avanzados para las próximas cuentas gallegas y se ha preguntado qué entiende el presidente "por servicios adicionales".

Así las cosas, ha explicado que los nacionalistas escucharán el miércoles las demandas de los ciudadanos y, preguntado por si en el grupo habrá "servicios mínimos", ha replicado que "si hay huelga, hay huelga". "Veremos a dónde llega el pleno el martes y pediremos que se aplacen iniciativas, pero todos pensamos que nuestro lugar está en la calle", ha concluido.