El BNG ha reclamado la constitución de una mesa laboral para abordar el futuro de los entre 500 y 600 trabajadores de empresas auxiliares de las cajas gallegas que, calcula la formación nacionalista, se verán afectados por la fusión de ambas entidades, con el consiguiente cierre de oficinas y reducción de los servicios centrales.

El diputado del BNG Henrique Viéitez ha registrado una iniciativa parlamentaria en la que denuncia que "nadie está poniendo encima de la mesa" estos puestos de trabajo, al provenir de las empresas de servicios auxiliares y ha pedido que se impulse una mesa laboral en la que estén representadas todas estas compañías, dedicadas, entre otras actividades, a limpieza, mantenimiento o seguridad.

La situación de estos trabajadores, ha afirmado, contrasta con las afirmaciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha dicho que la fusión no supondrá medidas traumáticas para el empleo. "La realidad parece que camina por otros derroteros, de ahí que sea necesario adoptar medidas", ha defendido Viéitez.

Entre los empleados de estas empresas auxiliares, ha advertido el diputado, existe "mucho nerviosismo", al ver que su situación está siendo "relegada a un tercer plano" dentro del proceso de fusión y negociación con los trabajadores —está abierta una mesa laboral en la que se busca un pacto para los trabajadores de plantilla de las dos cajas—.

Sin embargo, ha destacado el nacionalista, la integración de Caixa Galicia y Caixanova afectará según sus estimaciones a unas 125 personas de limpieza, a 75 de seguridad, a 50 de mantenimiento, o a 150 de contratos de otros servicios. En cualquier caso, estima que el total ascenderá a entre 500 y 600 puestos de trabajo, aunque las cifras son aún "orientativas", al desconocerse el número de centros que cerrarán o la reducción que se practicará en los servicios centrales.