Un juzgado de Primera Instancia de Málaga ha condenado a una aseguradora a indemnizar con 31.000 euros a una mujer que demandó a la compañía por la caída sufrida en un autobús en un accidente producido en septiembre de 2006, que le ocasionó diversas lesiones.

La mujer relata en su demanda que a consecuencia de la subida al autobús de varios pasajeros "el conductor vino a arrancar y salir sin esperar a cerciorarse de que todos se encontraban debidamente sentados o situados de forma que no ofreciera riesgo la maniobra".

La resolución indica que "resulta más creíble" la versión de la mujer, corroborada por una testigo, que no lo manifestado por el conductor de que "ni había arrancado" el autobús, lo que determinaría una caída "sin más, sin obstáculos ni barreras".

Así, añade que el argumento de la demandada es que la caída, accidente o siniestro "se debió a la culpa exclusiva de la víctima o fuerza mayor, extraña a la conducción", extremos que "no resultan acreditados".

En este sentido, tras las actuaciones practicadas, el juez determina que la parte demandada "no ha acreditado que el siniestro se produjese por la culpa exclusiva" de la mujer o que hubiese una "contribución culposa de la misma" en el siniestro.

De esta forma, señala que el accidente "obedece a la negligente conducta adoptada en la conducción no tomando las debidas medidas de precaución y diligencia para la seguridad de los transportados", entre ellos la afectada, representada por el letrado Manuel Temboury.

Con ello entiende a la parte demandada "responsable del siniestro", en el que la mujer, según el informe del perito judicial señala como lesión lumbalgia postraumática, precisando para su curación de 150 días, de los que 110 fueron impeditivos.